Periodismo

UCV-FHE-ECS
SEMBLANZA DE PERSONALIDAD
JULIET ÁLVAREZ
20077089
Gustavo Molina, cátcher de los Navegantes del Magallanes, inició su carrera del beisbol a los 8 años de edad
Un batazo a la vida
Un bate, una pelota, un guante y un uniforme son las herramientas con las que cuentan estos jugadores para actuar en un escenario cubierto de grama, gradas, focos, pantallas, comentaristas, almohadillasy lo más importante una enorme fanaticada
Con un uniforme gris, una gran “M” amarilla marcada en su gorra azul, y la palabra “Magallanes” escrita en su pecho, aparece Gustavo Molina, un joven de 27 años de edad, jugador de los Navegantes del Magallanes, preparándose para batear. Mientras mueve su muñeca y alza su bate para simular un bateo, “El Moli”, como lo llaman todos sus compañeros deequipo, recuerda cada momento de su vida antes de comenzar a jugar.
Los parlantes del estadio llaman a Gustavo a batear, mientras él camina apresurado a la zona de bateo, agarra su arma de juego muy fuerte y se hace la señal de la cruz antes que el pitcher lance la bola. Con una recta de cuatro costuras (tipo de lanzamiento de bola rápida), Gustavo se apresura a darle a la pelota, y al moverfuertemente su bate, logra desviar la bola, de manera que hace un foul (faul).
Mientras la pelota se pierde entre la zona de foul (faul), Gustavo observa lentamente a la fanaticada y comienza a sudar, sus manos poco a poco se van enfriando, pues le da nervios enfrentarse a los “Tiburones de la Guaira”, equipo al que admira desde su infancia, ya que al nacer en la guaira, un 24 de febrero de 1982, supoque el deporte era su pasión. A medida que sus piernas temblaban de miedo y emoción, recordaba sus comienzos en el beisbol, desde los 8 años de edad, y ya para cuando tenía 18 años formaba parte importante de los “Medias Blancas de Chicago”, al firmar un contrato con este equipo un 3 de marzo del año 2000.
De repente y sin percatarse de ello, una bola se aproxima a él rápidamente, por lo cualsu bate no alcanza a darle a la pelota y choca contra el viento, marcando así un strike en su tablero; este momento lo llevo a pensar en los consejos de su abuela, a quien no disfruto mientras vivía, por lo cual siempre lleva en su maleta de viaje una imagen de ella que la hacen sentir presente en cada momento, y le hacen escuchar a cada instante aquella frase que lo marcó profesionalmente:“lucha por tus sueños”.
Ya concentrado en su juego, detiene su mirada en la pelota y la detalla fijamente, el pitcher realiza su jugada y de repente y en su imaginación el tiempo transcurre muy lentamente, a medida que la pelota se acerca a su bate, recuerda cada uno de los vidrios que rompió y que tuvo que pagar mientras jugaba con su primer bate, el cual le trajo el niño Jesús a sus 12 años de edad.Con la misma furia con la que le pegaba a la pelota en su adolescencia “sin importar cuantos vidrios más tendría que pagar”, le da a la bola y logra sacarla muy lejos y así conecta un hit.
Corre rápidamente hacia la primera base, la toca y se prepara para la próxima jugada, pero de repente comienza a sentir una gran ansiedad, la misma lleva a su imaginación hasta el congelador de su casa, endonde seguramente esta esperándolo su comida favorita “pollo acompañado con lo que sea” o tal vez lo espere su receta especial “leche condensada con galletas oreo”.
El siguiente de sus compañeros hace otra buena jugada, y Gustavo se impulsa rápidamente hasta la siguiente base, ya al estar cerca de ella se lanza al suelo, deslizándose rápidamente hasta la base, con su uniforme lleno de tierra y sumano empuñada en la almohadilla, sube la mirada y observa al arbitro que en un estirar de brazos grita fuertemente la palabra “quieto”. En ese momento se da cuenta del significado de cada uno de los sacrificios que ha tenido que hacer para poder disfrutar de su pasión de forma profesional, pues para él, no compartir con su única hija, no estar presente en ninguno de sus cumpleaños, alejarse por...