Platon
Sócrates tiene que defender la tesis con la que terminaba el libro V: el Estado ideal llegará cuando gobiernen losfilósofos. ¿Quién gobernará mejor: el filósofo, conocedor de las Ideas, de la verdadera naturaleza de las cosas, o, todos los demás, confundidos entre el ser y el no ser, fragmentados por unamultiplicidad abigarrada y caótica? Es evidente que el filósofo. ¿Qué otras características harán al filósofo el más apto para gobernar? Su amor a la verdad. Una consecuencia de orientar todo su ser hacia laverdad y el conocimiento rechazará de un modo natural los placeres corporales y las riquezas. El desprecio a la muerte: quien contempla el universo en su totalidad sabe que la vida humana no es grancosa ni la muerte algo temible. Justo y manso tiene por fuerza que ser su carácter. Entre los filósofos no es posible admitir tampoco a alguien poco dotado para el aprendizaje: la memoria delfilósofo ha de ser poderosa.
Adimanto interrumpe a Sócrates y le objeta que todo lo que está contando sobre la figura del filósofo está bien en teoría, pero en la práctica el filósofo aparece como unindividuo extraño, depravado e inútil para el Estado. Sócrates le responde que esa es imagen es `producto del maltrato que dentro del Estado sufren los hombres más razonables. Para defenderlos Sócratescompara el funcionamiento de la sociedad ateniense con una nave en la que en lugar de gobernar el piloto lo hacen los marineros aun sin tener conocimiento del arte de la navegación. Estos marineros...
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