Poder-saber una ciencia política de la liberación

Una ciencia política de la liberación[1]
Por: Hiram Hernández Castro

Capítulo I: La ciencia: una política del saber
La emergencia del método científico
Cuando Galileo hacía subir dos balas de cañón de diferente peso a la torre de Pisa para dejarlas caer y observar su recorrido, ignoraba que su experimento más que demostrar un error de Aristóteles abriría una discontinuidad en la historiadel saber humano. Galileo llevaba consigo la emergencia del método científico, y con él una alteración radical en el desarrollo y significación de la ciencia.
En su origen latino las voces ciencia y saber no admitían distinción. Sin embargo, es harto conocido que la modernidad fue mucho más estricta, al definir la ciencia como actividad humana de constitución y fundamentación de un cuerporacional de saber. Por lo que fue preciso distinguir la ciencia de otras formas de apropiación espiritual de la realidad que, como la religión o el arte, no se sostenían en su racionalidad. Entendiendo por racionalidad la elección del método más efectivo para obtener un máximo de creencias verdaderas, reduciendo a un mínimo el número de creencias erróneas. Las creencias verdaderas serían aquellasque en uso del método científico garantizan entre mente y realidad o entre enunciado y hecho una inequívoca relación de correspondencia. La ciencia en su intención moderna sería, por tanto, la actividad que provee a “la sociedad” de un sistema de ideas “objetivas”, es decir, mayor certeza en la apropiación del objeto por el sujeto social.

Desde sus orígenes la racionalidad científica–afirma Weber- marcó el camino progresivo e irreversible de desencantamiento del mundo.[2] La nueva ciencia, en deuda con la revolución astronómica de Copérnico y la aplicación extensiva de la matemática a los fenómenos físicos por Galileo, se constituyó a través de la síntesis newtoniana en un modelo universal de saber racional, método y verdad. Así se explicaría por qué el problema de la ciencia yla verdad devino en el problema del método. De hecho, una de las verdades a demostrar por el saber científico es que se trata de un conocimiento metodológico. De modo que el cuestionamiento del método científico se extiende mucho más allá del problema de seguir un camino útil y razonable para descubrir algo verdadero, sino que el propio método determina aquello que puede conocerse.[3]

Sibien la historia de la filosofía reconoce la importancia del método socrático y de los silogismos aristotélicos, se plantea que no es hasta Bacon y Descartes que el método científico supera la mera oratoria para perfilarse como racionalización y desencantamiento del mundo.[4] Es cierto que Aristóteles realizaba investigaciones empíricas sobre la sociedad y la naturaleza, pero no se asumíaexplícitamente la estructuración de un conjunto universal de procedimientos de contrastación de carácter experimental, ni de una comunidad profesional dedicada exclusivamente a la investigación. En Bacon, en cambio, aun siendo medieval en muchas de sus imágenes cosmogónicas, comienza un cambio de sentimiento ante el saber. Su primera convicción era que si el hombre (el científico/el filósofo) queríasaber algo cierto del mundo que habitaba, debía primero crear nuevos procedimientos, nuevos modelos, nuevas formas de enfrentarse a los fenómenos que le interesaban.[5]

“Las revoluciones políticas se inician por medio de un sentimiento, cada vez mayor, restringido frecuentemente a una fracción de la comunidad política, de que las instituciones existentes han cesado de satisfaceradecuadamente los problemas planteados por el medio ambiente que han contribuido en parte a crear. De manera muy similar, las revoluciones científicas se inician con un sentimiento creciente, también a menudo restringido a una estrecha subdivisión de la comunidad científica, de que un paradigma existente ha dejado de funcionar adecuadamente en la exploración de un aspecto de la naturaleza, (...).”[6]...