Poema de amor
Ídolo falso que el mortal adora
Y que insensato te erigió un altar,
Por quien el hombre sumiseria llora,
De quien recibe solo un gran pesar.
Jamás cante tus triunfos, niño ciego;
No herirme pudo tu terrible arpón;
De tussaetas, de tu ardiente fuego,
Conservo ileso y libre el corazón.
Nunca manche las cuerdas de mi lira
Regando en ellas llanto de dolor
Deengaños mil que tu deidad respira,
Con que penas sin fin causas traidor.
Mi puro labio de tu copa impía
Jamás gusto la emponzoñada miel,Que al brindar viertes con sagaz falsía
Muerte, veneno y amargura y hiel.
Nunca mi oído se inclinó a tu acento;
Siempre tu halago locreí falaz.
Mi alma inocente no perdió un momento
Su dulce calma, su tranquila paz.
Nunca cantar, tirano, tu victoria
Ni tributartevil adoración
Es mi laurel, mi orgullo, dicha y gloria
Y el mas grato placer del corazón.
Si mi mejilla en llanto se humedece
Y si enel corazón hay amargor,
Si en el la angustia, la dolencia crece,
No es del acíbar de tu copa, amor.
No te conozco, y de esto meglorío!
Tu nombre odioso escucho con horror,
Y, al ver que causas males mil, impío,
Te dice el labio: ¡Maldición, amor!
Se que interés tevence, abate, humilla;
Se que los celos te dan gran temor;
Se que el mortal te inclina la rodilla.
Yo te desprecio y te maldigo, amor!
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