Poemas

Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar el hijo del fondo de la tierra.

Fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros
y en mí la noche entraba su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda.

Pero cae lahora de la venganza, y te amo.
Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme.
Ah los vasos del pecho! Ah los ojos de ausencia!
Ah las rosas del pubis! Ah tu voz lenta y triste!

Cuerpo de mujer mía, persistiré en tu gracia.
Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso!
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue, y el dolor infinito.PABLO NERUDA
|Ah vastedad de pinos, rumor de olas quebrándose,
lento juego de luces, campana solitaria,
crepúsculo cayendo en tus ojos, muñeca,
caracola terrestre, en ti la tierra canta!

En ti los ríos cantan y mi alma en ellos huye
como tú lo desees y hacia donde tú quieras.
Márcame mi camino en tu arco de esperanza
y soltaré en delirio mi bandada de flechas.

En torno a mí estoyviendo tu cintura de niebla
y tu silencio acosa mis horas perseguidas,
y eres tú con tus brazos de piedra transparente
donde mis besos anclan y mi húmeda ansia anida.

Pablo Neruda | |
|En su llama mortal la luz te envuelve. |Es la mañana llena de tempestad|
|Absorta, pálida doliente, así situada |en el corazón del verano. |
|contra las viejas hélices del crepúsculo | |
|que en torno a ti da vueltas.|Como pañuelos blancos de adiós viajan las nubes, |
| |el viento las sacude con sus viajeras manos. |
|Muda, mi amiga, ||
|sola en lo solitario de esta hora de muertes |Innumerable corazón del viento |
|y llena de las vidas del fuego, |latiendo sobre nuestro silencio enamorado. |
|puraheredera del día destruido. | |
| |Zumbando entre los árboles, orquestal y divino, |
|Del sol cae un racimo en tu vestido oscuro.|como una lengua llena de guerras y de cantos. |
|De la noche las grandes raíces | |
|crecen de súbito desde tu alma, |Viento que lleva en rápido robo la hojarasca|
|y a lo exterior regresan las cosas en ti ocultas, |y desvía las flechas latientes de los pájaros. |
|de modo que un pueblo pálido y azul | |
|de ti recién nacido se alimenta....