Política Religiosa
Páginas: 58 (14417 palabras)
Publicado: 5 de septiembre de 2011
INTRODUCCION
No se puede hablar sobre el vínculo entre política y religión sin exponer la dinámica interna de uno de los principios que orientan a la democracia moderna.
Es sabido que en virtud de dicho principio el Estado no hace suya, es decir no convierte en oficial, ninguna de las religiones existentes en la sociedad, aún cuando sea mayoritaria dentro del conjunto de los ciudadanos. Pormedio de la legalidad, tanto el Estado como las diferentes denominaciones religiosas tienen delimitadas sus funciones atendiendo a la naturaleza y misión de cada uno; lo cual no excluye su colaboración al compartir el mismo fin: el bien del hombre.
Cuando la realidad se expresa en dichos términos consideramos que el Estado tiene un carácter laico. Pero esta idea tiene sus complejidades y eldebate está inundado de manipulaciones por parte de los enemigos de la religión. En ese sentido, como expresa el profesor Andrés Ollero, cuando se habla de Estado laico "es frecuente que se le entienda, como propone el laicismo, vinculado de modo inevitable a una estricta separación (que evite toda posible contaminación) entre el Estado y cualquier elemento de procedencia religiosa", lo que en elfondo esconde el deseo de que todo lo religioso quede relegado al ámbito estrictamente privado o intimista. Evidentemente la concepción laicista del Estado dista de lo que significa su carácter laico, en tanto este último, si bien excluye la alianza "trono altar", o sea, los poderes públicos guardan rigurosa separación con respecto a las confesiones de fe, no expulsa a lo religioso de la vidapolítica y social.
CONCEPTO DE POLITICA RELIGIOSA
¿LA IGLESIA HACE POLITICA?
Si por política se entiende la política de partido, del momento, del día, la Iglesia no hace política. La Iglesia no puede querer ni quiere el dominio político: “El Estado no debe temer que la Iglesia invada sus dominios y sus peculiares derechos; desde los primeros tiempos los cristianos se mostraron tan deferentesrespecto de tales derechos, según los preceptos de su fundador, que expuestos a las vejaciones y a la muerte, pudieron dicen justamente: los príncipes nos persiguen sin razón.”
• La Iglesia jamas ha rechazado al Estado democrático:
“Ningún genero de gobierno reprueba la Iglesia, con tal que sea apto para la utilidad de los ciudadanos; pero quiere, como también lo ordena la naturaleza, que cadauno de ellos esté constituido sin injuria de nadie y singularmente dejando íntegros los derechos de la Iglesia.”
• La Iglesia no tiene partido:
“La Iglesia y todos sus representantes en todos los grados de la jerarquía, no puede ser un partido político, ni hacer política de un partido, el cual, por su misma naturaleza, persigue intereses particulares, o si mira al bien común, lo hace a través dela prisma de sus miras particulares.”
Es indudable que el tema de las relaciones de la Iglesia y el Estado han sufrido una evolución muy amplia y sustancial desde los tiempos del liberalismo, a fines del siglo pasado. En la actualidad, la Iglesia católica, libre de toda ambición temporal o de dominación política, regula su función religiosa y moral frente a las demás funciones sociales, porla Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el Mundo Actual, llamada, por sus primeras palabras, Gaudium et Spes, y promulgada el 7 de diciembre de 1965. Su papel es fundamentalmente espiritual, pero interviene en el campo social y político como colaboradora del Estado, promoviendo el bien publico por medio de sus grandes directivas socio-económicas y cívico-políticas (Cfr. las encíclicas Mater etMagistra, 1961, y Pacem in Terris, 1963, del Papa Juan XXIII, y Populorum Progressio, 1967, del Papa Paulo VI) y de las obras de los católicos sociales inspirados en ellas. Rechaza toda intromisión indebida del estado en lo que mira al destino trascendente del hombre y de la disciplina eclesiástica.
Su postura puede sintetizarse en las siguientes palabras, inspiradas en la mencionada...
No se puede hablar sobre el vínculo entre política y religión sin exponer la dinámica interna de uno de los principios que orientan a la democracia moderna.
Es sabido que en virtud de dicho principio el Estado no hace suya, es decir no convierte en oficial, ninguna de las religiones existentes en la sociedad, aún cuando sea mayoritaria dentro del conjunto de los ciudadanos. Pormedio de la legalidad, tanto el Estado como las diferentes denominaciones religiosas tienen delimitadas sus funciones atendiendo a la naturaleza y misión de cada uno; lo cual no excluye su colaboración al compartir el mismo fin: el bien del hombre.
Cuando la realidad se expresa en dichos términos consideramos que el Estado tiene un carácter laico. Pero esta idea tiene sus complejidades y eldebate está inundado de manipulaciones por parte de los enemigos de la religión. En ese sentido, como expresa el profesor Andrés Ollero, cuando se habla de Estado laico "es frecuente que se le entienda, como propone el laicismo, vinculado de modo inevitable a una estricta separación (que evite toda posible contaminación) entre el Estado y cualquier elemento de procedencia religiosa", lo que en elfondo esconde el deseo de que todo lo religioso quede relegado al ámbito estrictamente privado o intimista. Evidentemente la concepción laicista del Estado dista de lo que significa su carácter laico, en tanto este último, si bien excluye la alianza "trono altar", o sea, los poderes públicos guardan rigurosa separación con respecto a las confesiones de fe, no expulsa a lo religioso de la vidapolítica y social.
CONCEPTO DE POLITICA RELIGIOSA
¿LA IGLESIA HACE POLITICA?
Si por política se entiende la política de partido, del momento, del día, la Iglesia no hace política. La Iglesia no puede querer ni quiere el dominio político: “El Estado no debe temer que la Iglesia invada sus dominios y sus peculiares derechos; desde los primeros tiempos los cristianos se mostraron tan deferentesrespecto de tales derechos, según los preceptos de su fundador, que expuestos a las vejaciones y a la muerte, pudieron dicen justamente: los príncipes nos persiguen sin razón.”
• La Iglesia jamas ha rechazado al Estado democrático:
“Ningún genero de gobierno reprueba la Iglesia, con tal que sea apto para la utilidad de los ciudadanos; pero quiere, como también lo ordena la naturaleza, que cadauno de ellos esté constituido sin injuria de nadie y singularmente dejando íntegros los derechos de la Iglesia.”
• La Iglesia no tiene partido:
“La Iglesia y todos sus representantes en todos los grados de la jerarquía, no puede ser un partido político, ni hacer política de un partido, el cual, por su misma naturaleza, persigue intereses particulares, o si mira al bien común, lo hace a través dela prisma de sus miras particulares.”
Es indudable que el tema de las relaciones de la Iglesia y el Estado han sufrido una evolución muy amplia y sustancial desde los tiempos del liberalismo, a fines del siglo pasado. En la actualidad, la Iglesia católica, libre de toda ambición temporal o de dominación política, regula su función religiosa y moral frente a las demás funciones sociales, porla Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el Mundo Actual, llamada, por sus primeras palabras, Gaudium et Spes, y promulgada el 7 de diciembre de 1965. Su papel es fundamentalmente espiritual, pero interviene en el campo social y político como colaboradora del Estado, promoviendo el bien publico por medio de sus grandes directivas socio-económicas y cívico-políticas (Cfr. las encíclicas Mater etMagistra, 1961, y Pacem in Terris, 1963, del Papa Juan XXIII, y Populorum Progressio, 1967, del Papa Paulo VI) y de las obras de los católicos sociales inspirados en ellas. Rechaza toda intromisión indebida del estado en lo que mira al destino trascendente del hombre y de la disciplina eclesiástica.
Su postura puede sintetizarse en las siguientes palabras, inspiradas en la mencionada...
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