Prácticas espirituales del predicador
RECINTO: UNIVERSIDAD DE MONTEMORELOS
LA PRÁCTICA DE LAS HABILIDADES ESPIRITUALES DEL PREDICADOR
ARTÍCULO
LA PRÁCTICA DE LAS HABILIDADES ESPIRITUALES DEL PREDICADOR
Por su origen la espiritualidad es inherente a la predicación, por lo cual la cualidad
preponderante es la vida espiritual del predicador, o más claro: “un buen predicador esalguien que ama y conoce a Dios”1.
Cuan elevado es hablar de Dios, cuan santo es hablar en nombre de Dios, y con
cuanta frivolidad se oyen referencias de Él. Cada vez que se producen las preguntas necias:
¿por qué Dios permitió que me sucediera esto? o ¿Por qué de tanta maldad?, se evidencia
que no tenemos idea de lo que estamos haciendo; porque ignoramos muchas cosas de este
vastouniverso, porque aún de lo que sabemos no lo entendemos todo y además no
conocemos a Dios, ¿que nos da entonces el valor y la entereza para levantarnos y hablar?,
¿que nos impulsa a predicar?, solo el que ha visto a Dios tiene el impulso santo de la
palabra.
Resaltan en la Biblia hombres más por su conocimiento de Dios que por cualquier
otra cualidad, Moisés (33:12-22) fue uno que se relacionó conDios de una manera fuera de
lo común.2 Qué decir de la fe real3 de Elías (1R. 17:36), que se manifestó en el Monte
Carmelo, o la consagración de Isaías (Is. 6:6), al ser tocado con un carbón encendido del
altar del cielo en los labios; o la confirmación de Jeremías (Jer. 1:9), siendo puestas
palabras de Dios en su boca.
La experiencia de Jonás nos deja muy claro que necesitamos deexperiencias
aleccionadoras que nos canalicen a Dios, no puedo predicar sin haber oído y visto a Dios,
lo que no corresponda a esto, no es predicación.
Según Josefo Juan fue un hombre honesto, quien llamó a los judíos a practicar la
virtud y la justicia unos para con los otros4. Una vida estrictamente sencilla, de pieles,
langostas y miel, pero intensamente poderosa. Pedro nos recuerda que Diosnecesita
silenciar la interferencia de nuestro ruidoso carácter, ya que aprendió a mirarse en el
silencio con respeto, aprendió a percibir las preguntas y necesidades de quien está delante
de nosotros; estar disponible para cualquier cosa, a dar todo con tal de poder responder a
quien pide.5
Pablo le da preeminencia a la Palabra (1Co. 9:16), pero lo lleva más allá al inferir
que el instrumentoprincipal de la cura de las almas es la predicación (1Co. 1:17). El
instrumento es eso, una herramienta, que se desgasta con el uso, cuya única gloria es ser
portador de la Palabra.
Ante lo anterior, Elena G. de White es también contundente al señalar este peligro
constante, ella advierte: “sed cuidadosos en cuanto a seguir vuestro impulsos,
atribuyéndolos al Espíritu Santo”.6 Se debe presentarla palabra con humildad, con amor
por las almas, deseando su salvación. Ella también señala, “Ruego a nuestros predicadores
que procuren estar seguros de que sus pies descansan sobre la plataforma de la verdad
eterna”7.
Como un compendio la profetiza precisa: “observad celosamente vuestras horas de
oración, estudio de la Biblia y examen de conciencia”.8 Hoy la vida al parecer, diseñadapara minimizar o eliminar lo anterior, destruir el abastecimiento de poder y el corazón del
predicador y la predicación.
Profesar ser un predicador postmoderno, implica serias, rudas y diarias luchas.
Luchas conceptuales, costumbristas, sociales, familiares y eclesiásticas, personales y
corporativas, ¿quién levantará la voz hoy?, ¿Quién mostrará el camino aunque parezca
intransitable eimpopular?, ¿Quién devolverá por convicción el nombre correcto a las cosas
y la santidad a lo santo?, ¿quién convertirá su escritorio o mesa de trabajo en un altar9
donde se consagra y entrega como una ofrenda agradable a Dios?.
¿Quién vivirá le genuina religión?, La única religión que vale todo es la que
llevamos en el corazón, y el único predicador que podrá ser usado para mover los
corazones es...
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