PRIMER DIAGNOSTICO PARA CLASES

Andamio 90
Didáctica general I
Ivana Sabatini
2015

Cansada, de mal humor provocado por los cuatro colectivos prácticamente vacíos que decidieron no parar. Tiempo después ya estaba en viaje, mas tranquila, mientras tanto pensaba: Cuantos chicos vendrán hoy?, les habrá gustado la primera clase?...Para que me lo preguntaba?, si había visto como estaban desesperados por irse. Cuanto tiempo detolerancia tengo que dar para que lleguen?, la primera clase el primer alumno llegó cuarenta minutos tarde. Durante toda la semana pensé, por que se anotaron, no creo que les guste el teatro, serán obligados para que no estén a la tarde sueltos en la calle?, se nota que tiene problemas para relacionarse, y encima mi taller va desde los quince a los dieciocho años, esto va a ser imposible .Luegopensé, me habrán conseguido la alfombra o las colchonetas que pedí para que el suelo de cerámica deje de existir?, la portera me dejara pasar o seguirá sospechando que soy una asesina de menores y debo estar retenida al menos diez minutos esperando a que pase alguien que me reconozca?. Tenia todo listo, o al menos lo que podía, sabia que, si no tenia aparato de música a mi disposición, de mi mochilasacaría los parlantes y de mi celular sonaría música para el caldeamiento, tenia listo miles de ejercicios por si los planeados para la clase no servían, tenia algo de ropa y objetos por si alguno de esos miles de ejercicios lo requerían.
Abro la puerta, saludo y me quedo esperando a que Elida, la portera, me retenga, ‘’Pasa querida’’, me dijo, ‘’sos la profesora del taller de teatro verdad’’; ‘’Si,soy yo’’ logre contestarle. Una vez que me dio la llave del S.U.M, donde daría el taller camine hacia la sala de profesores mientras me preguntaba, ‘’soy yo?, la profesora de teatro?’’, divise la sala y me respondí, ‘’si, por fin soy yo’’.
Busque el equipo de música escondido detrás de una caja con un cartel grande que decía ‘’Para tirar’’ lleno de hojas de diario y papeles mal impresos, salgocon el adaptador, el alargue y el equipo, ahora si estaba equilibrada, el peso que llevaba en mis manos competía con el de mi espalda y eso me aferraba al suelo.
Abrí la puerta del S.U.M, el frío era espantoso, no había estufa y si hubiera no serviría de nada, el lugar era inmenso y en la lista solo habia 8 nombres. El piso de cerámica era mi peor enemigo, y si se lastiman?, y si quieren trabajaren medias y se resbalan?, no quiero que trabajen calzados pero tampoco que tengan frío. Y si compro medias antideslizantes en Once, tal vez ahí vendan por mayor y a buen precio, podría escribir con indeleble o bordar el nombre de cada alumno para que cada uno tenga su par y luego guardarlos en el ‘’Baúl de teatro’’ que podría ir a comprar al tigre, me interrumpió, por suerte, la puerta de chapaabriéndose, ahí llegaba la primera alumna, Valentina.
Soy muy mala con los nombres pero en la primera clase, mientras tomaba lista, en un costado anote una característica de cada uno, Valentina la del lunar arriba de su boca. Faltaban diez minutos para comenzar pero me dijo que no quería estar en su casa, que sino se iba a quedar dormida. Comenzamos a hablar, me contó de sus padres, del colegio yde sus gustos musicales. Increíble, pero en esos seis minutos me sentí en confianza, mas tranquila. Luego llego Julián, el rapado, Micaela, la de rastas, Matías, el de los dientes chuecos, Dante, el de los anteojos, Guadalupe, la del tatuaje de estrella en el cuello, Jimena, la del chicle y Carolina, la del mate.
Les pedí que se descalzaran y caminaran por el espacio, después de algunasdespedidas excesivas con sus celulares y Carolina con su mate comenzaron a moverse por el espacio, la música era excelente, si lo quería, podía entrar a cualquier mundo, a cualquier parte de la historia conocida o inventar una nueva pero sin embargo siempre se venia a mi cabeza una pregunta, ‘’Porque no me pararon esos cuatro colectivos?, si estaban vacíos!’’. No encontraba manera de desligarme de ese...