PROFESOR DE EDUCACION PRIMARIA

El sujeto y cultura actual

Roberto Rosas Morales

El hombre por naturaleza, siempre ha buscado respuestas para responderse el cuestionamiento permanente del fin biológica del ser, y su tránsito hacia la muerte, empujado a ello por la angustia que le propina esta interrogante.
En nuestro hombre contemporáneo la muerte está poco presente como representación, -cualquiera sea la formaimaginaria con que se la revista-, en cambio está muy presente en la realización de todos sus actos: destrucción del medio ambiente, adicciones, violencia en múltiples modalidades, prostitución y perversión infantil, tráfico de armas, guerras, hambre y pobreza, explotación, etc.
La infradevaluación de los ideales basados en el amor al otro, al prójimo, a expensas de un desmedido crecimiento de idealesnarcisistas concentrados en el dinero, el poder y el consumo, han producido un doble efecto: por una parte, la vida se ha vaciado de valor espiritual intentándose rellenarla con objetos valiosos del mercado; por la otra, la misma se tiñe de matices tanáticos, (pulsión de muerte).
La ausencia de los que han muerto se olvida velozmente y la cultura mercantilizada parece no registrar esadesaparición. Aun más, ofrece diversas opciones para quien se angustie al pensar en ella en primera persona, ofreciéndole: antioxidantes, cremas rejuvenecedoras, cirugías, hermosos terrenos en “jardines del descanso” etc., sin olvidar que para acceder a estos sueños de eternidad, belleza y armonía hay que tener con qué pagarlos.
La televisión con sus imágenes violentas y los objetos de consumo en granparte los relevó cargando a los niños de una excitación que no podían descargar ni elaborar.
Éstos son algunos de los elementos que contribuyeron a generar una sensación de frustración, desencanto e inseguridad que lleva a los jóvenes a buscar sustraerse de ella debilitando represiones e inhibiciones o por otras vías que se orientan a acumular poder. Cuanto más poder se tenga parecería que más sepuede alcanzar el tan anhelado sentimiento de omnipotencia.
Una de las formas en que se objetiva, se hace perceptible y hasta mensurable ese poder, es el dinero. Atesorar dinero otorga a la mayoría de los sujetos así conformados sensación de seguridad, placer, dicha y hasta permite alimentar cierta ilusión de inmortalidad. La acumulación de dinero y de poder en sus diversas formas alimenta y, enalguna medida satisface, aspiraciones narcisistas que borran la percepción del otro como otro, reduciéndolo a una simple cosa cuyo valor se mide en tanto facilita u obstaculiza la consecución de las metas personales o sectoriales.
Es que en este contexto cultural en el que hay un acrecentado individualismo hedonista en el marco de un deterioro de instituciones en sus formas tradicionalescomenzando por la pareja y la familia, donde hay una aceleración de los tiempos que no deja espacio para contactar con la historia o con un futuro mediato y en el cual las relaciones amorosas duraderas aparecen tan lejanas, la idea de la muerte es rechazada con energía, pero las imágenes que la evocan retornan. Retornan con un matiz siniestro en el rostro deformado de las mujeres que pretendenrejuvenecer y embellecerse con cirugía o en la muerte de seres queridos, por ejemplo.
La angustia ante la muerte parece entonces que podría aplacarse por uno de dos caminos antagónicos: o por una renegación narcisista por la cual los objetos de amor son reducidos a meras partes de un Yo grandioso, omnipotente y eterno o por un sentimiento de realización amorosa con los otros, comodestinatarios directos o indirectos (amor más allá de la satisfacción genital, trabajo, creatividad, humor). En este último caso el Yo, en cierta medida, aceptaría con humildad su fin y al mismo tiempo su continuidad en los seres amados y en la cultura. El amor se presenta así como el más efectivo antídoto frente a la muerte, así lo evidencia hasta la misma palabra: a-mor remite etimológicamente a "no...