Quec

Páginas: 7 (1706 palabras) Publicado: 24 de junio de 2015
Esther Cosani

“Uso exclusivo vitanet,
Biblioteca Virtual 2005”

UN QUERUBIN CURIOSO
SAN ROQUE, con su larga, larga pluma tras la oreja, miraba por sobre sus gafas a un
Angelito chiquirritico de pie, delante de él.
—Ya sabes, pequeñín le decía afablemente—. Procura ser un buen Ángel de la Guarda. Eres
un buen Querubín, pero... ¡hummm!..., debes tratar de vencer esa curiosidad que te come
vivo...Bien. Ahora márchate y cuida de seguir mis consejos.
El Angelillo era un rubito de enormes ojos celestes, como el manto de la Virgen. Eran unos
ojazos que miraban eternamente pasmados: todo le llamaba la atención y, tal como decía
San Roque, la curiosidad lo consumía. No hubo rincón del Paraíso donde no metiera la
naricilla respingona. Con deciros que, cierta vez, estuvo a punto de penetrar enel
Santuario del Espíritu Santo y, si no lo detiene con su espada de llamas uno de los
Serafines que montan guardia en la puerta, el curiosillo hubiera penetrado un gran
misterio. No escarmentó, no; a renglón seguido, lo fascinó la espada del Serafín, y estuvo
cerca de una ho ra haciéndole preguntas:
—Oiga..., ¿de qué es esa espada?
—De fuego...
—¿Y por qué es de fuego?
—Pues..., porque así lahicieron.
—Ah..., ¿y por qué la hicieron así, ah?
—Porque Dios lo ordenó.
—¿Y por qué Dios lo ordenó así?
—¡Qué - se yo!... Mira, chiquillo..., ahora largo de aquí.
—¿Por qué ahora y no después, ah?
—Por las llamas de mi espada... Porque te digo que te vayas ahora mismo, ¿oíste?
—Oiga..., ¿me deja tomar su espada?
—¿Estás loco?
—Por qué estoy loco?
—¿No ves que te quemas?
—¿Y por qué me quema?
ElSerafín, aburrido, miró a todos lados y, como no viera a nadie por ahí cerca, cogió al
curiosillo de la nariz y se la sacudió, diciendo:
—Por los mil demonios del Averno, lárgate de aquí y que no te vea más por estos lados. El
Querubín se sobó la nariz con ambas manos y, retirándose a prudente distancia, prosiguió
con sus preguntas:

—¿Por qué tiene usted el pelo tan largo?
—¿Por qué no me importa?—¿Por qué soy un majadero?
Y así hubiera seguido, si el pobre Serafín, desesperado,, no hubiera hecho ademán de
darle unos cintarazos con su espada.
Como veis, era de una curiosidad a toda prueba.
Una vez que San Roque le hubo entregado sus credenciales, se fue en busca de Tadeo
Malaspulgas, el niño que se le había confiado.
Era este un pequeñín muy ñato, mal agestado y con un gran copete de pelo negroen la
cabeza.
Cuando llegó el Querubín, Tadeo ya estaba listo, aguardándolo:
—Viene usted con diez segundos de retraso, amigo mío —le dijo con tono sentencioso.
—¿Por qué —preguntó el Querubín, abriendo los ojazos y metiéndose un dedito en la nariz.
—Porque el reloj de arena así lo indica
—repuso el chico, dándose importancia. El Querubín lo miraba pasmado.
—Oye..., ¿por qué tienes ese plumero enla cabeza? —comenzó a preguntar, mientras
bajaban a la Tierra.
—Ese plumero, como usted lo llama, amigo mío, caerá a su debido tiempo y yo seré pelado
como Selene.
—¿Cómo quéee...?
—Selene, amigo mío, es la Luna... Sí; yo. seré calvo.
—¿Y por qué?
—Porque yo voy a ser catedrático.
—Y, ¿qué es ser catedrático, ah?
—Uf..., ¡qué ignorancia la suya, amigo mío!... Catedrático, catedrático...,¿entiende? Un
catedrático es una persona culta, que todo lo sabe y nadie sabe más que él.
—¿Por qué él lo sabe todo y na...?
Aquí, Tadeo, haciendo honor a su apellido, repuso con mal humor, interrumpiéndole:
—No sea preguntón, amigo mío...; observe, analice, raciocine, deduzca.
—¿Y qué es hacer—todo eso, ah?
Cuando llegaron a su destino, el brillante catedrático sentía la cabeza mareada y
adolorida. Hizo,pues, su entrada a la vida con unos berridos furiosos y amarillo por la
ictericia.
El Querubín, cuando vio a Tadeo Malas-pulgas en su cuna, se le quedó mirando asombrado
y un tropel de preguntas acudieron a sus labios:

—¿Por qué lo habían envuelto como a un paquete? ¿Por qué sólo le asomaba la cabeza con
su plumero negro? ¿Por qué chillaba tanto? ¿Por qué en lugar de hablar como persona...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • los tres quecos
  • QUeca

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS