Redacción Emma Zunz
Ese cuarto seguiríasiendo el claustro de su vida, de su existencia, pensaba ella,*1 mientras su piel era el entretenimiento de aquel sujeto detestable. Intentaba no sentir, trasladar larigidez de su cuerpo a su mente, para que ese hombre no entre más en ella de lo que podía soportar.
Permaneció con los ojos cerrados durante todo el asqueroso acto,y no los abrió, incluso cuando escuchó al hombre vestirse y abandonar la habitación. Seguía ahí inmóvil intentando recuperar fuerzas, intentando salir de aquel estadoque la paralizaba.
Se sentía sucia, ultrajada, asquerosa*2. Su cuerpo olía al sudor de aquel asqueroso hombre y aún lo sentía sobre ella aunque ya hacía unos minutosse había ido, satisfecho, dejando sobre la mesa de luz el dinero correspondiente. Seguía escuchando los gemidos,*3 que venían acompañados de un aliento nauseabundosobre su cara, intercalados con palabras en algún idioma que ella no entendía.
Todavía la aplastaba, la ahogaba, aunque ya se había quedado sola en aquel lugar. En esemomento entendió que todas esas sensaciones no la abandonarían por mucho tiempo y que se estaban haciendo carne en ella. Había dado un paso importante. Estaba lograndosu objetivo.
*1 Inciso que interrumpe una oración para ampliar lo dicho
*2 Empleada para separar miembros de una enumeración.
*3 Delante de proposiciones.
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