relato del yo

Erika Chavez Act 4 Relato del yo
Época de otra Época
(…) En ese entonces a mis 19 años me sentía con el poder mismo de la adolescencia, con la sabiduría a flor de piel, con las ganas de devorarmeel mundo a cada palabra y recorrer kilómetros a cada paso.
En un arranque de valor me encontré en unas horas en esa ciudad colonial y llena de historia, Guanajuato.
En pocos días ya estaba yofamiliarizada con las calles empinadas y los callejones típicos del centro, los recorridos de día me dejaban apreciar las formas arquitectónicas de las numerosas iglesias que este lugar nos ofrece,algunas construidas a la llegada de los primeros misioneros, otras se fueron construyendo con la llegada de los Evangelizadores Jesuitas y de más recursos, los cuales les permitían mejoresestructuras y adornos de oro para los altares llenos de detalles románticos en su mayoría. Otros a mi gusto mejores, como el impresionante templo de La Compañía, un edificio de los más antiguos.Accediendo por una escalera hacia un pequeño recibidor al aire libre, con un árbol inmenso que seguramente contaría la historia de la primera piedra, nos encontramos con la puerta de estilo churriguerescoy hermosos pilares. La primera vez que lo visité, fue mucha mi emoción y mi curiosidad, y quedé sumergida en el asombro por lo que me encontré l cruzar el portón, el frío, la obscuridad, lasoledad, el silencio; es un lugar perfecto para abandonarse a la meditación y el arrepentimiento , cualquiera que fuera nuestra religión. Para mí fue como una remembranza de una vida pasada, en algunaciudad fría y oscura de Europa
En esta época las paredes seguían en su tono natural de piedra gris, los rayos de sol de la tarde se reflejaban como inspiración de ángeles en el suelo polvoso , era casimágico entrar en ese lugar, imaginarte historias de amores prohibidos, sentir toda esa esperanza por vivir una vida diferente del resto de la gente, fue un lugar mágico para mí.
Pero hoy en día...