Relato etnografico

Universidad de Concepción
Facultad de Ciencias Sociales
Departamento de Sociología y Antropología
Carrera de Antropología






RELATO ETNOGRAFICO
“BUSCANDO ALGO QUE COMER EN EL PASEO PEATONAL”






Nombre:
Asignatura:
Profesor Encargado:
Fecha: 25 de junio de 2013



Ciudad Universitaria, Concepción 2013
Viernes 21 de junio, 18.38 horas, mojado atardecer enConcepción, mi camino empieza al bajar de la micro en la Plaza Tribunales… miro en todas direcciones para hallar ALGO que reportar en el trabajo…
Dejándome llevar por la multitud que escapa de la lluvia, camino hacia el paseo peatonal, en la calle Barros Arana. Hay pocos skaters en el edificio, debe ser que el agua arruina las piruetas.

Es viernes por la tarde, hay mucha gente en el centro a pesar dela lluvia, señoras apuradas entrando y saliendo de las grandes tiendas, bolsas y el espíritu de shopping inundan la calle y es inevitable recordarme en la misma situación cada vez que hay “Noche París”…
Una mujer de mediana edad, acompañada de su hija salen peleando de una tienda, al parecer la adolescente quería un par de zapatos que a la madre le parecían “de vieja”… detrás de ellas caminaotra niña, menor, con cara de aburrimiento. Se cruzan en la mampara con un caballero muy alto, fornido, que sin reparos empuja a la señora para hacerse espacio, lo observo pensando en lo hastiado del día y del trabajo que debe estar, como para no disculparse por el atropello ni mirar atrás para saber si la señora está bien.
Decido caminar a ver si encuentro algo mejor para describir… en la entradade una galería se cruzan penquistas, huele a papas fritas y seguro nada los reanimará mejor a esta hora y con este frío, entro a mirar, seguro a mí también me caerían bien unas papas con mostaza y kétchup… la fila es larga pero el servicio es rápido, por lo que me dispongo a esperar… una pareja conversa delante de mí en la fila, él le cuenta a ella sobre unos dibujos con tiza que vio el díaanterior en el paseo, dijo algo sobre un tigre y que había un mochilero recibiendo monedas por su arte. Inmediatamente recordé que también yo lo vi, el día anterior, y que me impactó sobretodo ver mochileros en esta época del año, el artista de los dibujos tendría poco más de 20 y ahí estaba, con su mochila gigante, clavas y argollas para malabares, que deben ser el sustento más seguro para seguir elviaje. Estando inmersa en el recuerdo llega mi turno en la fila para pagar por las papas fritas:
-Una papa grande, por favor-
Son $1250, dijo la cajera.
¿Qué? ¿$1250 por una papa frita? ¡No gracias, no pienso pagar eso!
Algo así fue el dialogo, no lo recuerdo bien, pero la indignación por el precio de las papas me quedó dando vueltas… hace dos años pagaba $850 por la misma porción… ¿tantohan subido las papas? ¿Tanto ha subido el aceite? ¿Tan cara está la vida y la gente sigue pagando como si nada? Porque cada vez que he pasado por ahí el local está lleno… y en la calle es impensable no toparse con alguien comiendo papas de la Assuan… pensando en eso llegué a la esquina de Barros con Colocolo, ahí donde la gente cruza apurada cuando el semáforo les da verde y caminando con lentitudcuando está rojo… yo esperé, me puse al alero de Falabella, junto a la señora que vende palomitas… el olor era dulce y llenaba el espacio, pero la señora peleaba sola por el mal tiempo así que no quise comprar, miré hacia atrás y la gente salía de la tienda y miraba al cielo, ponía cara de dolor y salía a la lluvia, no todos usan paraguas, al menos yo no lo hago porque en Conce las lluviassiempre implican mucho viento y los paraguas se dan vuelta y se rompen. Pensando en esto miro las tulipas… esa genial idea pretendía ser “un novedoso sistema de membranas tensadas a través de una estructura de acero soportante” (Documento pfd ejebicentenario1.pdf) que resultó en algo tan feo, aunque tal vez un poco útil en días como este.
Me decido a cruzar la calle, con la luz del semáforo en...