RELATO FOTONOVELA
- Ángela, hija, te encuentras de buen humor –dice Mariana como titubeando-.
- Sí, madre, pero no lo estaré por mucho tiempo así que pasa rápido y no jodas–le responde Ángela-.
-Está bien hija, entonces no entraré. Solo te dejo la comida –le dice la madre pensando en emprender la huida -.
Las bisagras de la puerta empiezan a rechinar. La habitación se cierra herméticamentefrente a cualquier grito. El rostro de Ángela muestra descontento frente al acto, sin embargo, olvida todo cuando mira que en el plato que deja su madre tiene pollo. Su médico le prohibió las grasas,pero su Mariana, fingiendo demencia continua, filtra este tipo de alimentos para que su hija no los olvide. La chica recuerda, aunque por instantes, que su madre la quiere, que quizá su encierro tienerazones contundentes. Pero como es común, todas estas ideas terminan cuando la comida se ingiere en su totalidad.
Ángela nuevamente se pone de pie y va hacia la ventana. Una vez frente al cristal,pensando nuevamente en un plan de salida, idea que durante años la agobia, se dice a sí misma que es una “cobarde”. El sitio no tiene protección, no obstante, según ha pensado, la única forma de...
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