Remachadora
Doyle inspiró sin sospecharlo el rostro del dibujo We Can Do It (Podemos hacerlo), en la que la protagonista, con un pañuelorojo de lunares atado en la cabeza, se sube las mangas para mostrar sus potentes músculos. Con él, se pretendía insuflar ánimo al frente interno de la guerra, a la nación de mujeres trabajadoras queapoyaban el esfuerzo bélico. Doyle entonces tenía 17 años y era una chica guapa que trabajaba en una acería y sirvió de inspiración al artista J Howard Miller, autor del cartel convertido en uno delos grandes iconos de la época.
En realidad, según ha declarado su hija Stephanie Gregg al diario The New York Times, su madre estaba lejos de tener unos bíceps abultados. Gregg ha explicado que sumadre era muy delgada, dulce y glamourosa y que tenía los labios hermosos y las cejas arqueadas, pero poco que ver con la mujer fuerte que aparecía en el cartel. De hecho, su trabajo en la fábricametalúrgica de Ann Harbor, en Michigan, duró apenas dos semanas, tiempo suficiente como para que un fotógrafo de United Press reparara en ella y le tomara las fotografías que después inspiraron a Miller.Hasta tal punto era una mujer delicada en las antípodas de la imagen ruda que la inmortalizó que dejó el trabajo porque temía herir sus manos y no poder seguir disfrutando de uno de sus pasatiemposfavoritos: tocar el violonchelo.
En otro de sus trabajos conoció a su marido, Leo H. Doyle, un estudiante de odontología, con quien estuvo casada 66 años. Según The New York Times, la mujer pasó...
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