Requiem por un sueño
.: ir a inicio :.
Sentimiento de culpa: el hijo puede sentirse el causante del consumo abusivo por parte de su padre o madre.
Depresión: el hijo se siente solo y desesperado en su necesidad imperiosa de cambiar la situación familiar.
Angustia o ansiedad: el hijo se siente continuamente preocupado por la situación familiar. Puede temerque el padre o madre, adicto/a, se enferme, se haga daño, surjan peleas, violencia, entre sus padres.
Enojo: el hijo puede sentir enojo contra el padre adicto, por no sentir protección ni apoyo.
Temor: las peleas constantes generan el síndrome de “corazón de soldado”, haciendo que el hijo se sienta bajo un estado de Hipervigilancia permanente.
Control – Obsesión - Aislamiento: los hijos tiendena manejar la adicción de sus padres de forma controlada, dedicándose a actividades con una fuerte intensidad o deprimiéndose mientras se aíslan emocionalmente de su entorno de amistades y familiar.
Confusión: la conducta adictiva suele cambiar repentinamente de amorosa a iracunda, independientemente de la conducta del niño. Esto provoca una alteración constante en el familiar.
Vergüenza: loshijos suelen sentir que sus hogares son inestables y que prevalece un secreto oculto, esto los avergüenza e inhibe la relación con amigos y con su entorno inmediato.
Autoestima: la desvalorización y las agresiones constantes por parte del sistema familiar, debilitan los aspectos yoicos y vitales del hijo.
Negación: es el mecanismo de defensa más utilizado por los hijos, debido al fuerte doloremocional de la enfermedad, buscan no anoticiarse de ella.
Dificultades en la comunicación: la adicción tabica los diferentes canales de comunicación, por lo cual los miembros de la familia quedan aislados como si formaran pequeñas islas.
PADRES ADICTOS
Consideramos “buen padre” a aquel preocupado por el bienestar de sus hijos, que les provee todo aquello que necesitan, que les ayuda a vencersus dificultades y a resolver sus problemas, que les cuida y contiene, etc. Pero, así como este comportamiento puede ser sinónimo de una buena paternidad, puede esconder una peligrosa -y muy corriente- adicción!
Esta reflexión surge de contemplar la situación que viven muchos padres de hijos adultos, que continúan atendiéndoles, brindándoles comodidades y recursos, resolviéndoles problemas ycubriendo sus necesidades, a pesar de no existir un problema económico, de salud, o de otra índole.
Tras un primer análisis de esta situación, los padres pueden aparecer como “víctimas” de hijos dependientes, que se niegan a abandonar la comodidad y la seguridad del hogar paterno y continúan “viviendo de sus padres”. Pero al pensarlo mejor, cabe preguntarse: ¿quién depende de quién?
Sostener unasituación de “padre proveedor – hijo necesitado” cuando los hijos ya son personas adultas, muchas veces es manifestación de una hijo-dependencia: detrás del sostenimiento de la dependencia de los hijos hacia sus padres… se esconde la dependencia de los padres hacia sus hijos.
Hay padres que permiten -e incluso alientan- que sus hijos adultos sigan necesitando de ellos, porque sienten miedo de quedarsesolos, de enfrentarse al “nido vacío”. Al continuar atendiéndoles y tratándoles de la misma forma que cuando eran niños o adolescentes (y en algunos casos sobredimensionando esta atención), los padres se sienten más necesitados… más “padres”. Los hijos -por su parte- se sienten más “hijos” (en cierta forma, más “niños”), al ver que sus padres están dispuestos a atenderles, cuidarles ysatisfacerles diferentes necesidades. Esta prolongación de la relación “adulto-niño” les libra de enfrentar sus propios miedos, como el fracaso laboral o afectivo. Como resultado, se crea una complicidad entre ambos: los padres prefieren que sus hijos no “crezcan” y estos prefieren no “crecer”.
Una de las mayores dificultades de la paternidad es adaptarse al crecimiento de los hijos. Cuando tienen ocho,...
Regístrate para leer el documento completo.