Reseña del civitas dei de san agustín

Julián Darío Miranda – 11°A

Civitas Dei (prólogo) – San Agustín

1. Tiempo e historia

El pasado que ya fue y el futuro que aún no llegó, están en el presente como memoria y esperanza, como “éxtasis” que dominará la realidad, porque a pesar de que el futuro sea algo preestablecido por Dios, tenemos que vivir con la condena de ser caminantes, esto es, a lo que a la esperanza y el“éxtasis” se refiere. Aquello que ha de venir, es conocido como adventus, y lo acontecido y los factores que acontecen, llamados eventos. Y todo este proceso pasado-presente-futuro es un devenir constante entre los factos que fueron, son y serán, anteriormente preestablecidos por Dios.

2. Ciudad de Dios y Ciudad de los hombres

“Según la direccionalidad del deseo, así será la vida de los hombres y,en consecuencia, la sociedad en que vive”. Así, el deseo de los bienes materiales en la vida terrena (ciudad terrena), guiada por el deseo y el amor a lo caduco, será concebida como cupiditas, y el deseo de pertenecer al mundo del aislamiento de lo caduco, es decir, el ingreso seguro al Reino Celestial (ciudad celestial), guiado por el deseo y el amor a lo eterno, será concebido como caritas.En consecuencia, lo caduco impide el fin último de la humanidad, la felicidad (beatitudo).

“El que quiere asegurar su vida, la perderá, el que pierde su vida por causa mía, la asegurará”. Quien hace todo lo posible por entrar en armonía y paz consigo mismo, mas lo hace con el fin de salvar su vida, sin importar lo que pueda pasar, solo limitándose a realizar acciones superficiales, y nosacrifica lo que en realidad es importante, de ninguna manera salvará su vida; pero quien sí sacrifica todo por ello, tendrá la posibilidad de salvarla. En otras palabras, el amor equivocado, restringido a la cupitas, lleva al aislamiento; el amor justo, caritas, conduce a la Eternidad.

2.2 El hombre, actor de la historia

El origen de una sociedad está basado en los anhelos y esperanzas de loshombres, con sus decisiones, producto del libre albedrío. Según esto, el ciudadano celestial vive en el presente terreno, lo que desde el pasado de la promesa se anuncia futuro.
El ciudadano terreno, por el contrario, echa raíces en lo caduco del presente, es decir, vive netamente en el ahora, sin posibilidades de vista hacia otros lares, pasados o futuros.

El hombre, dependiendo de sus intereses,hará parte de una de estas clasificaciones anteriormente mencionadas, mas no importa a cuál de ellas pertenezca, será considerado ciudadano y muchos de estos ciudadanos conformarán un pueblo, cuya definición más cercana puede ser “conjunto multitudinario de seres racionales asociados en virtud de una participación en unos intereses comunes”.

Sea cual sea la decisión del hombre, de querertenerlo todo o sencillamente lo eterno y no lo caduco, será libre de escogerlo. Esta libertad es la encomendada por Dios, mas Él solo se limita a darla. Es por eso que cuando las consecuencias se hacen evidentes, producto de estas malas acciones, no es atribuible a Dios, pues Él nos dio la libertad de escoger qué camino tomar, y fuimos nosotros quienes elegimos el camino incorrecto.

3. El ordendel amor o amar bien lo bueno

“Quien ama desordenadamente el bien de cualquier naturaleza, aunque llegue a conseguirlo, él mismo en ese bien se convierte en malo y desgraciado, privándose de un bien mejor”. Esto sugiere que querer con tanta ansia alcanzar un bien máximo, es condenarse a alcanzar lo único por lo que no se quiso, el mal.

3.1 Primer criterio de convivencia ciudadana: la justicia“Si falta la justicia, ¿qué son los gobiernos sino ‘bandas de ladrones’ a gran escala?”. Esta máxima de San Agustín, permite entrever que los gobiernos no son otra cosa que miembros reclutados por alguien que quiso imponer sus propias reglas y que “conquistan” metrópolis con base en la impunidad, cuando la justicia es totalmente ajena a ellos.

Estas ganas de “conquistarlo” todo es el...