Reseña: 12 de octubre

En el patio del convento florecían las plantas cuidadosamente erguidas en los tiesos. Atmosfera andaluza, alegre, que se reflejaba en los claustros donde los frailes iban y venían con el libro dehoras en las manos. Cuántas veces habían llegado a ese patio los marinos famosos de la comarca y departían con los religiosos en torno a hazañas casi increíbles de hombres que tenían el mar en la sangre,porque sus padres y abuelos dominaban el secreto de los vientos y soportaban sin echarse atrás el balanceo de las naves en el mar.
Y hasta ese convento, el de La Rábida, llego Colón con sus planes.Tenía hartazgo de hechos, porque nadie oía a quien contaba cosas que solo el futuro podía confirmar. Sabios le habían dado las espaldas. Reyes lo desilusionaron. Pero Colón eligió el único punto deEuropa donde algunos lo atenderían.
Enfilar las proas rumbo al Este y hallar tierras nuevas, ignoradas. Tierras que podían ser las de Asia donde Marco Polo no diese tregua al espíritu aventurero. Esodecía Cristobal Colón, mientras los frailes abrían los ojos y afirmaban con la cabeza.
Quizás sea cierto. Porque no? Los hombres de Palos, los de Palermo, que aunque vivos parecen de leyenda, no dudande reinos desconocidos. Hasta muchos han tratado a Alonso Sánchez, que volvió maltrecho para morir en la isla de madrea con sus compañeros hambrientos, y que contaba de otro mundo al que lanaturaleza había puesto vegetales enormes y cobrizas criaturas semidesnudas.
Por eso en La Rábida, y solo en La Rábida, Colón no fue desoído. Por eso los frailes interesaron a la Reina y por eso las tresnaves famosas salieron de Puerto de Palos a buscar algo más allá de la Mar conocida. Los Hermanos Pinzón armaron dos naves, La Santa María y La Pinta. También Pedro Niño de Moguer aportó una, La Niña.
LaFe en Vicente Yañez y en Martín Alonso Pinzón animó a muchos a embarcarse. Sin ellos, Colón no hubiera logrado que tripularan las Carabelas los marinos más arriesgados y temerarios de la Europa...