Reseña de El Fin de la Historia y el Ultimo Hombre
Materia:
Aproximaciones teórico al conflicto
Profesor:
Ricardo García
Estudiante: Alexánder Artamónov
Reseña del libro
Francis Fukuyama
EL FIN DE LA HISTORIA Y EL ÚLTIMO HOMBRE (1992)
El libro del autor está basada en su artículo “El fin de la historia?” cuyo hipótesis consiste en que en la democracia liberal es la forma de gobierno ideal, el fin del proceso
histórico de la evolución ideológica. La obra intenta contemplar, una Historia Universal de
la humanidad, que empieza con la existencia de organización social primitiva con
respectiva organización política y se esta desarrollando hasta los tiempos modernos – el
mundo de la economía postindustrial donde existe el consenso casi universal sobre la
bondad de la democracia liberal.
La pregunta principal que plantea el autor es si existe realmente una evolución finita
de la humanidad y que tipo de organización social será. Las caídas de los regímenes
autoritarios y totalitarios a través de la historia muestran que la tendencia es hacia el
aumento de las democracias en el mundo. Fukuyama apoya los argumentos expresados
tanto por Hegel como por Marx, de que la Historia de la humanidad sí tiene un fin de su
evolución que llegará cuando la humanidad encuentra un tipo de organización social que
responda adecuadamente a sus necesidades y aspiraciones más profundas.
Para argumentar que el fin de la evolución social va a ser la paz democrática
Fukuyama busca la justificación en dos aspectos: económico y reconocimiento. Fukuyama
toma como un punto de orientación el desarrollo de la ciencia y tecnología. La tecnología al
aumentar la productividad económica presenta una herramienta de satisfacer los deseos
cada vez mayores de la humanidad. La difusión de la tecnología lleva a las sociedades a
unos procesos similares de urbanización, y racionalización de organización social. La
globalización drásticamente aumenta las relaciones entre las sociedades y la expansión de
la cultura común consumista resulta en mayor apego al liberalismo económico. La
divulgación del liberalismo económico no lleva automáticamente a que exista el liberalismo político.
Fukuyama recurre al concepto de reconocimiento para explicar la tendencia
eventual hacia lo liberal en la organización política. Este concepto se ha introducido por
Platón que sostiene que el alma humana tiene tres componentes ‐ el deseo, la razón, que
sirve para satisfacer los deseos de una manera más eficiente, y el thimos – el deseo de reconocimiento. Hegel también trabajó sobre el rol de reconocimiento y mantiene que el
deseo de reconocimiento de un ser humano es el factor que mueve la historia de la
humanidad. Este deseo de reconocimiento es aplicable a nivel individual y también a nivel
nacional. Los sistemas políticos que no reconocen el valor a que aspira la población siempre va a hacer carente en este sentido. Las democracias liberal reconocen los derechos
de los ciudadanos, el hecho que sirve como un reconocimiento universal de ellos como
humanos.
Los dos otros elementos – el deseo y la razón – son suficientes para explicar el
desarrollo económico, pero el deseo de reconocimiento es lo que lleva verdaderamente mueve los procesos políticos en el sistema internacional, según el autor. Fukuyama dedica
varias secciones del libro a la discusión de la teoría de realismo en las relaciones
internacionales. Critica la posición realista que afirma que las guerras se explican por la
estructura anárquica del sistema y el riesgo eminente de conflictos entre los estados, lo que ...
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