Resumen De Eloy Alfaro

Diversos factores de orden político, social o el simple prejuicio de bandería, han reflejado en el proceso seguido para el esclarecimiento del crimen del 28 de enero de 1912, perpetrado en las personas de los Generales Eloy, Medardo y Flavio Alfaro, Ulpiano Páez, Manuel Serrano y el periodista señor Luciano Coral, las exigencias justas para que haya sanción en nombre de la dignidad del Ecuador.El Juez Letrado señor Doctor Carlos Gómez, quien intervino en este juicio desde enero de 1913 la investigación se volvió casi impenetrable por el silencio que han querido guardar cuantos vieron. El crimen del 28 de enero de 1912 no debería ser el final de un proceso histórico que, sin embargo de la tramitación deficiente anotada, tiene base para que entienda de él un Jurado, y termine con unveredicto.
Desde la muerte del señor presidente don Emilio Estrada, se sintió un problema de la sucesión presidencial. Los Jefes del Ejército garantizan la conservación del orden constitucional, pero esto no obstó para que el 28 de diciembre de 1911 se erigiera al Gral. Pedro J. Montero fue la chispa primera, que se convirtió en el gran incendio que devasto al Ecuador.
El Gobierno provisorio delseñor doctor Carlos Freile Zaldumbide, confió la dirección del ejercito al Gral. Leonidas Plaza Gutiérrez. El cargo de jefe de estado mayor general. Fue conferido al señor Gral. Julio Andrade. Después del triunfo de Yaguachi, el Gral. En jefe del ejército creyó para evitar nuevos derramamientos de sangre, gestionar tratados de paz necesario para obtener la ocupación de Guayaquil. El jefe Gral.Montero se negó en lo absoluto. Indudablemente. La ocupación de Guayaquil que se siguió a la victoria de Yaguachi, fue franquea sobre las bases de los tratados de suscritos y desaprobados por el gobierno. El movimiento contrarrevolucionario que se operó en Guayaquil, en los momentos que precedieron a la captura de los jefes de la revolución.
El general en jefe del ejército constitucional señor Gral.Plaza expresó su esfuerzo por obtener el respeto que se debía tener por el referido tratado, e insistió y pidió que se rodee de garantías a los jefes revolucionarios mientras se hacia esta gestión crecía la ola enorme de indignación popular que encontró allanados todos los caminos del Gobierno de Freile Zaldumbide. En los mitins, en los discursos callejeros, en las manifestaciones gráficas delasesinato en efigies, en los actos, en las palabras, en todo, flotaba la intención de exterminar a los prisioneros de guerra, que se tradujo claramente por los diarios El Comercio, La Prensa y el diario oficial La Constitución.
Varias son las acusaciones que emitían a Eloy Alfaro y sus Tenientes y entre ellos fueron gobiernos y ministros, el suceso del 28 de enero Llegado que hubo el convoy aChiriaco, estuvo en la estación con un automóvil el Subsecretario de Guerra y Marina, el y estos señores Alcides Pesantes y Leonardo Fernández, observaron al señor Coronel Sierra, la conveniencia de refugiar al General Eloy Alfaro en el Cuartel de la Magdalena, para conducirle en hora más oportuna, pues a medio día llegaría el convoy, pero dicho Coronel se negó a aceptar la indicación, y no solo nola aceptó, sino que en vez de preferir la ruta de la Magdalena, que alejaba los prisioneros de la zona poblada recorrió por la Avenida 24 de Mayo y ascendió por la calle de San Roque. Este cambio de ruta obligó también a una variación de la gente armada que se había localizado por los presos, motivaba esa variación una alarma que debió evitarse. Estas disposiciones del Coronel Sierra llegó conlos presos sin novedad hasta las puertas del Panóptico, se procedió a colocar a cada uno en la celdilla correspondiente. Las declaraciones de los señores Pesantes y Cabezas, por todo un proceso para inquirir el estado de ánimo de la población en los momentos que se condujo despiadadamente en el día, a los prisioneros, desde la estación del ferrocarril hasta el Panóptico.
La excitación popular...