Resumen Del Libro "Carlota: El Fulgor De Los Cetros"

María Carlota de Bélgica nació en el palacio de Laeken en la media noche del 7 de junio de 1840. Su padre, Leopoldo I, la amó con predilección desde el momento de su nacimiento, a pesar de que tenía miedo de no asegurar su dinastía con más hijos varones. Su madre fue Louis d’Orléans, quien la dejó en orfandad, a los diez años de edad, al morir de una mezcla de tuberculosis, frustración ymelancolía. Carlota heredó de ella el gusto por la lectura y la sensibilidad por la historia y el arte, más no la madurez distintiva ni su interés por los asuntos políticos y sociales. La pequeña entonces creció bajo la importante influencia de su padre, quien la educó para que algún día llegara a gobernar. Desde temprana edad era reflexiva, disciplinada, con una inteligencia clara (prueba de ello es queaprendió a leer y escribir hacia los tres años de edad), y notablemente ambiciosa.

Leopoldo I subió al trono de Bélgica en 1830. Fue un experto en política europea y logró consolidar la monarquía belga negociando los matrimonios de varios miembros de su familia, con personajes de las principales casas reinantes de Europa. Destacó el matrimonio de su sobrino Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha conla princesa Victoria, también sobrina suya, que con el tiempo sería reina de Inglaterra y quien no sólo procuró proteger a su prima Carlota, sino que intervino directamente en el asunto de México y la previno sobre las inconveniencias de aceptar el imperio.

Cuando Carlota recién cumplió los dieciséis años, apareció Maximiliano de Habsburgo por Laeken en busca de esposa y fue persuadido por sumadre, la implacable archiduquesa Sofía, de desposar a la joven Charlotte. Maximiliano, además de su refinada educación, trato cordial y sobriedad, tenía un valioso atributo: era hermano del emperador de Austria, lo cual para el rey de Bélgica representaba una importante alianza política. Los esponsales se llevaron a cabo el 27 de julio de 1857. Carlota se casó por amor; pero para Maximiliano y susuegro, el matrimonio fue un enlace por conveniencia.

Pocas semanas después del enlace matrimonial, la pareja real hizo su entrada triunfal en Milán y el tema de México apareció en la conversación familiar mientras Leopoldo los visitaba. Max le comentó que un grupo de mexicanos le había preguntado si aceptaría la corona de su país y la respuesta de su suegro fue que gobernar a un pueblonecesitado de su inteligencia y ajeno a la decadencia europea “sería una bella posición”.

Carlota mientras tanto desplegó al máximo sus más altas habilidades para aprender y aplicar el saber adquirido, empezando por un buen matrimonio; después, asimiló el italiano y disfrutó el italiano y disfrutó el arte y la belleza que tanto admiró de Venecia, y más tarde estudió español e historia de Méxicomientras se llevaban a cabo las laboriosas intrigas de los mexicanos.

Nadie duda que la encantadora Carlota fuera persuasiva, pues se sobrepuso con facilidad al temple extremoso de su marido, quien estaba insatisfecho por no poder reinar en Austria y estaba celoso de su hermano mayor Francisco José. Pero en la relación de Carlota y Maximiliano se respiraba un forcejeo entre la proximidad y elrechazo, entre el amor y el desamor, entre la conveniencia y ese particular sentimiento de estar incompleta, distintivo de las esposas que sufren el complejo del vientre vacío, empeorado por la certeza de la infidelidad. No es que ella fuera estéril, sino que es de creer que él hubiera contraído alguna enfermedad venérea durante alguna aventura amorosa, en pleno vigor juvenil, cuando estaba en la marinade Austria.

María Carlota no fue alguien por sí misma. Nieta, hija, esposa, cuñada, prima, hermana de príncipes y reyes, desde la cuna estuvo llamada a vivir bajo el fulgor de los cetros. En la sangre llevaba el preciso código de modales, aunque le brotaran indicios de estar arrastrando faltantes que perturbaban el entusiasmo encarrilado hacia el mando que dirigió hacia un solo propósito:...