Salud

13 de agosto de 2012
Gimnasio Moderno
Miguel López
11°C

Que me oigas gritar, que nada vale más que esto.

Y así comenzaban mis mejores tardes dominicales, mi abuela, relatando la infinidadde obsequios que atravesaban su puerta a la orilla del rio Sinú gracias al servicio de su padre, que con su inmenso amor y convicción de ver a su pueblo surgir, curaba por doquier a niños, viejos,todos monterianos y de vez en cuando alguna de que viniese de afuera, la entrega nunca dejó de ser total, en consecuencia, por esa puerta nunca dejaron de entrar, gallinas, armadillos, burros, gajos deplátano, comedores, carros, medicinas de punta, libros y sobre todo agradecimiento eterno, nunca me decía mi querida abuela que entraron fajos de billetes, nunca pasó a ser lo más importante en sucotidianidad.
Yo no pienso en un país que funcione así, yo busco, un poco más de sinceridad en la ejecución de ciertos valores que siempre por simple inercia humana deberán prevalecer sobre ciertasbanalidades que se aglutinan en esta sociedad. Fueron 7 billones, en esperanzas para los portadores de nuestro futuro, para salvarle la vida algún joven entusiasta, para hacer un poco más digna la vidade los Colombianos, esos 7 billones fueron a parar a pocos muy pocos que prometieron algún día ante este estado sumiso que harían todo lo posible para que las fichas de el sistema de salud que seles había otorgado serían muy bien distribuidas y con entera eficiencia a los Colombianos. Yo estoy totalmente seguro que la intención que tiene la ley que rige este modus operandi, la 100, nunca dejóde ser ajena al beneficio de los colombianos, ahora, quizás nuestro modus operandi no es compatible con la ley, pensemos, si hemos sido capaces de votar por ciertos personajes que han aplaudido de piea celebridades paramilitares frente a todo un país, si esos mismos los rozan con fajos verdes y nos aglutinamos como lobos hambrientos para hacernos con ellos, si entendemos que tener un carné a la...