Saludable y agraciada

La mujer como objeto de diseño / Mariana Páez, Lic. en Comunicación Social

Exitosa en lo profesional y dentro de su casa. Es sólo uno de los mandatos sociales con los que debe batallar la mujerformato siglo XXI.

Los medios de comunicación nos educan. Nos enseñan a comer verduras y frutas, carnes, lácteos y cereales. A usar pantalla solar, tomar dos litros de agua por día y haceractividad física. Descansar lo suficiente y cuidar nuestra salud emocional. Tomar a diario un yogurt con calcio, otro con Acti Regularis y un tercero con L. Casei Defensis. La prevención de enfermedades, apartir del cambio de hábitos, es uno de los temas más convocantes en los contenidos orientados al público femenino.
Para incorporar en lo cotidiano una porción de eso consejos (y no sentir culpa) esmenester implementar rigurosas rutinas: hacer un listado con las flamantes reglas para la salud y colocarlo en la puerta de la heladera con copia en la agenda; hasta memorizarlas, concentrarse para nosaltear ningún ítem; reducir al mínimo la vida social gastronómica (¿hay otra?) y estar dispuesta a ampliar el horizonte de restricciones y nuevas prácticas, porque siempre se suma alguna novedad.Es difícil, pero aquellas que lo logren serán recompensadas. “Tras el sacrificio vendrá el disfrute”, parece decirnos esa voz sabia y sincera que sale de nuestro televisor. Y el premio es grande: elgalardón a la perseverancia es, ni más ni menos, que convertirse en la mujer ideal. La belleza es la clave de tanto sacrificio. Salud es igual a belleza en el universo publicitario. En este punto, unagran duda se instala: entonces, por añadidura, quienes no nos parecemos a esas mujeres que ocupan revistas y pantallas, ¿estamos enfermas? Me voy corriendo al doctor.

PARADOJAS. Ya en elconsultorio, el facultativo me explicó de qué se trata todo esto. Dice que es beneficioso incorporar de a poco hábitos saludables, porque nos hacen sentir mejor, con más energía y ganas de vivir. Lo...