San Agustín

El concepto de amor en la ciudad de Dios en San Agustín.

En el texto Ciudad de Dios XIV 28: 137 Agustín alude a que hay una “dualidad en el amor: el amor propio y el amor a Dios”. La Providencia divina dirige la marcha de la Ciudad de Dios y de la Ciudad terrena hacia sus destinos eternos por encima de todos los contratiempos que agitan la humanidad. En este libro décimo cuarto, profundizaAgustín sobre la calidad de las dos ciudades, terrena y celestial, a saber: la terrena funda el amor propio hasta llegar a menospreciar a Dios, y la celestial el amor a Dios hasta llegar al menosprecio de sí. Para comprender un poco el contexto en que se encuentra escrito dicho libro, voy a retomar un texto que puede brindar luces para ubicarnos mejor.
“La Ciudad de Dios evoluciona y sedesenvuelve a través de los grandes períodos bíblicos demarcados y deslindados por el Diluvio, Abraham, David y la Cautividad, hasta llegar a Jesucristo, fundador de la ciudad redimida. La Ciudad terrena desfila con aparatoso séquito por el campo de la historia, identificada con los grandes imperios. La fuente de donde nacen esas dos ciudades, el móvil que las impulsa en su carrera es la ley universal delamor. Para Agustín el amor es el centro de la gravitación universal de los espíritus. Adonde quiera que el alma va, el amor es el que la empuja: dos amores hicieron dos ciudades: el amor de Dios; el amor de sí mismo, llevado hasta el desprecio de Dios, a la Ciudad terrena”

Impulsadas por esos amores llegan las dos ciudades al término de sus destinos, a sus merecidos fines. Pienso que es claroel mensaje que quiere transmitir Agustín a través de este texto, y es que el ser humano es atraído por dos fuerzas que lo llaman y lo motivan a actuar: el amor a Dios y el amor a sí mismo. Ciertamente si el hombre quiere alcanzar la plenitud de vida, debe escoger el amor a Dios como móvil de su pensar y actuar, sólo de esta forma es posible alcanzar el bienestar aún en medio de las contrariedades.Pero, ¿Cómo lograr dicho ideal? ¿Será el hombre capaz de dejar a un lado sus inclinaciones humanas, carnales, terrenales, para elegir amar a Dios más que a sí mismo? creo que aunque es difícil, no es imposible; sólo falta que el hombre y la mujer de hoy experimenten en su vida la bondad y el amor de Dios y de esta forma sienta que es por la gracia del Creador, que existimos con todo lo que somos ytenemos. La muestra de que sí es posible alcanzar este ideal es que han existido en la historia hombres y mujeres que han hecho una opción fundamental y eso les ha impulsado a dejar todo atrás con tal de ser fiel a dicha opción, el mismo Agustín es muestra palpable de esto. El hombre después que experimente el amor de Dios en su vida, alcanzará la gracia de descubrir que es Él el que proporcionatodo para su bien.

“Se ama, sí, y por ello se demuestra que cuanto más rectamente se ama a los hombres, tanto más se ama el mismo amor. Pues no se llama justamente varón bueno al que sabe lo que es bueno, sino al que ama… hay un amor con el cual amamos aun lo que no se debe amar; y este amor lo odia en sí el que ama aquel con el que se ama lo que debe ser amado. Cierto, pueden existir los dosen un hombre; y el bien del hombre consiste en que, avanzando el que nos hace vivir bien, vaya retrocediendo, hasta su curación completa, el que nos hace vivir mal, y trueque en bien toda nuestra vida” CD XI 28: 737s.

Este planteamiento que hace Agustín es muy razonable y acertado. El ser humano vive en una constante lucha por alcanzar el amor verdadero que lo hará llegar a la vida feliz. Pero…¿cuál viene siendo ese amor verdadero? ¿En qué consiste la vida feliz? El amor verdadero es el que nos impulsa a amar lo bueno, amar todo lo que lleve a obrar el bien; viene siendo el que me ayuda a despreciar lo que daña al ser humano en su ser integral; en fin, es el que me lleva a sentirme pleno en mi existencia, el que le da sentido ¿Será posible para el hombre actual alcanzar este amor...