San Benito

MONIMBO “Nueva Nicaragua”

Fr. Modesto Vaquero Anton

Edición 543 Año 22

San Benito de Palermo
y sus Milagros
Como una tradición entre los
nicaragüenses, especialmente
los leoneses los Lunes Santo de
cada año celebran a San Benito
de Palermo, con actos litúrgicos, procesiones y romerías.
San Benito de Palermo, está
expuesto en la Iglesia de San
Francisco en la ciudad metropolitanade León, al Santo se le atribuyen numerosos milagros entre
los que se destacan:
Primer Milagro
Sor María de Monteleón, religiosa de uno de los conventos
de Palermo, llegó de una penosa
enfermedad a tan grave peligro,
que desesperaron los médicos de
su vida y desahuciada; se despidieron.
Estando ya en el último lance,
le trajeron los parientes una estampa del Santo Negro, para que
laaplicasen a la enferma; se resistían las religiosas, por no creerlo
necesario; al agravarse más, insistieron en que se le colocase la
estampa sobre el cuerpo de la enferma, a lo que las religiosas accedieron por darles ese consuelo,
y al punto entró en un sudor tan
frío y copioso que, pensaron que
sería la muerte; llamaron a prisa
al médico, cuando éste llegó, ya
le había cedido mucho el sudory el que la dejó con señales cadavéricas, dictaminó que se le veía
mejoría; tomándole el pulso, se
lo encontró normal. Empezó a
hacerle varias preguntas y sacó
la conclusión que estaba sana y
buena, milagrosamente, como él
mismo confesó.
***
En Palermo, a Eleonor Matida, le apareció en la garganta un
carbunco pestilental, que, con la
fuerza del veneno, la puso monstruosa, hinchada todala cabeza
y el cuello, hasta los pechos, a
ésto se le juntó una supresión de
orina; en fin, parece que todos los
males porfiaban en aquella mujer, los médicos la desahuciaron.
Ella viéndose con tanto peligro se encomendó al Santo Negro, con toda su fe y confianza,
y a los dos días, ya no tenía nada.
***
Había en Palermo un español
llamado Dn. Juan de Méndez,
Capitán de las milicias deaquel
Reino y su esposa Doña Isabel
de Estrada. Estos tenían un hijo
de la edad de un año; queríanle
como se le quiere a un hijo único, así era su caso.
Padecía el niño la tos ferina,
tan terrible que se les quedaba
como muerto, más de una vez;
los medicamentos no respondían y en sucesivas crisis, en una
de ellas se murió. Este desenlace, tanto a la madre como al
padre, les afectó contanta tristeza que no encontraban consuelo.
Fue el Capitán al convento de
Santa María de Jesús y le rogó al
P. Superior que llegasen algunos
religiosos con alguna reliquia de
San Benito, al llegar, rezaron las

Letanías de los Santos y a continuación le aplicaron la reliquia del
Santo Negro, e inmediatamente
empezó a dar señales de vida y
jamás volvió a tener la tal enfermedad.
***
En laciudad de León (Nicaragua) en 1950, empecé a conocer a un humilde albañil, llamado Ramón Figueroa, que trabajaba en el oficio; llegó un día en
que tuvo que dejar de trabajar,
pues los médicos le dijeron que
mejor se operara antes de que se
le entrangulara la hernia inguinal
que tenía, él se resistía a hacerse
la operación, pues según decía le
temía más a la operación que a la
hernia; perolos dolores arreciaron, el pobre hombre no tuvo más
remedio que volver al médico y
contarle su aflicción; el galeno le
repitió de la operación era urgente si no quería morirse; en vista,
de la gravedad del problema se
decidieron señalar el día de la
operación, más él no se daba por
vencido y no habiendo otra solución se fue al santuario de San
Benito y arrodillado ante el altar,
le pidiótoda la fe de su alma y
todo el fervor que le merecía la
mucha devoción y confianza que
en él tenía. San Benitillo, cúrame
esta enfermedad, tú todo lo puedes de su Divina Majestad; si me
curas te prometo venir a misa todos los lunes de por vida. Salió
del templo muy esperanzado y se
volvió a su casa y se acostó. Se
le fueron calmando los dolores y
hasta se sentía mejor. Dos días...