Sarlo

La máquina cultural. Maestras, traductores y vanguardistas. Beatriz Sarlo
Yo era la primera de los hijos. Mi madre era italiana, llegó a la Argentina de muy chica, se casó a los quince años con mi padre, que era gallego, y desde entonces tuvo a cuatro de los ocho que serían sus hijos. Erestina Boiocchi, así se llamaba mi madre y Manuel del Río, mi padre.
Desde muy chica trabajaba ayudando ami padre en el taller de sastrería: el cortaba, mi madre hacía los chalecos y los pantalones, y yo picaba las entretelas de las solapas.
Mi padre sabía que yo tenía que ir a la escuela primaria y allí fui. Primero a una escuela de una pieza, en este mismo barrio, que se llamaba Villa Mazzini. Después, cuando mi hermano entró a primero inferior, nos pasó a la escuela más grande. Esa escuela nosgustaba a los dos.
Cuando nos daban los boletines de calificaciones se los llevábamos a mi padre: todas buenas notas, éramos los primeros de la clase. A esa escuela iban chicas finas y un día yo le dije a mi madre: “Mire, mamá, yo a la escuela no voy más porque unas compañeras se burlan de mi vestido”. Mi madre dijo que yo a la escuela tenía que seguir yendo y que ella me iba a hacer un abrigo. Esamisma noche cosimos una capita de bleu.
Cuando terminé sexto grado, ya cuatro de mis hermanos estaban haciendo la escuela primaria. Mi padre quería que yo me quedara picando solapas, y así estuve todo un año. Hasta que un día le dije yo quiero estudiar para maestra y en la escuela me dijeron que se podía pedir beca. Y así fue. Mi padre le habló a un señor que trabajaba en el Consejo Nacional yese señor le dijo: “Mire, don Manuel, su hija terminó la primaria con muy buenas notas, así que la beca se la va sacar”.
Antes de ingresar a la Escuela Normal, yo era una salvaje. Picaba solapas y trataba de conseguir la mayor cantidad de comida posible en la mesa y en la cocina. Cuando ingresé a la Escuela Normal, se me abrió un mundo. Algunas profesoras y profesores eran señores distinguidos quehablaban muy bien y nos recitaban poesías o contaban historias de las que yo no tenía la menor idea. Teníamos que observar clases modelo, quedarnos todo un día siguiendo la tarea de un grado en la escuela de aplicación, hacer demostraciones de clases, las prácticas. Incluso nos enseñaron francés. Allí aprendí a escribir composiciones, siguiendo modelos literarios, caligrafía, dibujo lineal, hastacosmografía y química.
Recuerdo que un profesor nos contó la historia de Los novios de Manzoni. Fue la primera novela que leí en mi vida. En la Escuela encontraba cosas que jamás se me habían pasado por la cabeza antes.
Entonces, el mundo empezó para mí en las clases de la Escuela Normal, aprendiendo lo que después iba a enseñar como maestra y aprendiendo a enseñarlo de un modo bastantediferente de cómo me lo habían enseñado a mí.
Yo siempre fui una maestra muy moderna y eso creo que empecé a practicarlo todavía mientras estaba en la Escuela. No me quedaba con el único librito que me señalaban. Volvía a mi casa y me fijaba cómo eran los libros de lectura que tenían mis hermanos menores, los libros de cada año. En casa no había otros libros, ellos eran toda la letra impresa queentraba en esa casa. Entonces, los libros de la escuela eran lo único que me sacaba del barrio y me hacía pensar que había otro mundo.
La lectura no fue para mí una vocación, nada de eso como lo es en otras personas, sino una necesidad. La radio no existía, las revistas eran demasiado lujo para nosotros, quedaban los libros de la escuela. Por eso, siempre que fui maestra y directora le di unaimportancia fundamental a la lectura. Si yo me iba de vacaciones y descubría que algún niño no sabía leer en el lugar donde yo estaba, allí mismo armaba una cartilla y dale que dale a hacer la escuelita.
Los chicos a los cuales yo iba a dar clases, cuando me recibiera, seguramente iban a ser salvajes como yo. No tenía mucha más filosofía que ésa. Con la misma filosofía que pensaba para mí, pensaba que...