sentencias
Páginas: 4 (861 palabras)
Publicado: 21 de noviembre de 2013
EL HOMBRE CONTEMPORÁNEO CAMINA DÍA A DÍA HACE SU PROPIA DESTRUCCIÓN
La sociedad a nivel latinoamericana ha inventado un modelo social y lo exporta sin el menor pudor: las series televisivas,las películas cinematográficas y las tendencias artísticas, culturales y publicitarias muestran un mundo feliz en una sociedad violenta en la que, para tranquilidad del mundo, la bondad siempreprevalece sobre la maldad; y los valores del patriotismo, la decencia y la honestidad proporcionan siempre un final feliz, cualquiera que sea la
Historia que se cuente y el modo en que se desarrolle. Losjóvenes de hoy en di crecen sin principios sin moral son desordenados perezosos etc.
Y nadie se atreve a poner alto a la expansión de esos modelos porque tras ellos se desarrollan y exportan modelos deeconomía, de mercado y empresariales que han logrado resultar imprescindibles para un mundo que se ha sabido vender como perfecto.
Perfecto para el poder económico, natural. Detrás de esos hábitos ycostumbres, viene la enfermedad del dinero, el estrés, la duda, la insatisfacción y el miedo, El terror a la muerte ha sido una constante humana, por ello las religiones han obtenido semejantecosecha en campo tan bien abonado. Pero lo que no era tan frecuente, o al menos la historia no ha sabido reflejarlo así, era el miedo a tantas cosas, las fobias que se han extendido de modoincomprensible, el dolor ante la soledad, la creciente fiebre del individualismo. Todo ello en un final de siglo tan lleno de posibilidades de relación como de medios para relacionarse. Ysin embargo no crecen los afectos: lo que crece es la soledad (los anuncios de contactos, de encuentros y de citas en el ordenador que terminará siendo la única compañía, en forma de pantalla semultiplican todos los días) y lo que aumenta en el ser humano es el miedo, un miedo irracional cada vez a más cosas. ¿Por...
La sociedad a nivel latinoamericana ha inventado un modelo social y lo exporta sin el menor pudor: las series televisivas,las películas cinematográficas y las tendencias artísticas, culturales y publicitarias muestran un mundo feliz en una sociedad violenta en la que, para tranquilidad del mundo, la bondad siempreprevalece sobre la maldad; y los valores del patriotismo, la decencia y la honestidad proporcionan siempre un final feliz, cualquiera que sea la
Historia que se cuente y el modo en que se desarrolle. Losjóvenes de hoy en di crecen sin principios sin moral son desordenados perezosos etc.
Y nadie se atreve a poner alto a la expansión de esos modelos porque tras ellos se desarrollan y exportan modelos deeconomía, de mercado y empresariales que han logrado resultar imprescindibles para un mundo que se ha sabido vender como perfecto.
Perfecto para el poder económico, natural. Detrás de esos hábitos ycostumbres, viene la enfermedad del dinero, el estrés, la duda, la insatisfacción y el miedo, El terror a la muerte ha sido una constante humana, por ello las religiones han obtenido semejantecosecha en campo tan bien abonado. Pero lo que no era tan frecuente, o al menos la historia no ha sabido reflejarlo así, era el miedo a tantas cosas, las fobias que se han extendido de modoincomprensible, el dolor ante la soledad, la creciente fiebre del individualismo. Todo ello en un final de siglo tan lleno de posibilidades de relación como de medios para relacionarse. Ysin embargo no crecen los afectos: lo que crece es la soledad (los anuncios de contactos, de encuentros y de citas en el ordenador que terminará siendo la única compañía, en forma de pantalla semultiplican todos los días) y lo que aumenta en el ser humano es el miedo, un miedo irracional cada vez a más cosas. ¿Por...
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