Ser y ciudad
La ciudad es un reflejo de sus habitantes, pero nosotros nos volvemos un reflejo de la ciudad en nuestro transito por ella. Esta red de distintos lugares-no lugares genera en el cuerpo distintas vivencias, en donde todas nuestras reacciones están ligadas a la experiencia del espacio. En eldiario transitar por la ciudad el cuerpo-sentimiento-reacción se ve asediado por el descubrimiento y la novedad, pero también por la restricción y el rechazo: la experiencia de cada espacio nos genera pasiones: amor, alegría, temor o violencia. Nuestro propio cuerpo es un espacio, así el límite de nuestra “identidad” siempre esta en tensión con la identidad del otro y de lo otro.
Dice OctavioPaz en Máscaras Mexicanas: “Máscara el rostro, máscara la sonrisa”...la ciudad teatral, en donde los sentimientos se someten y las expresiones del cuerpo se ven restringidas por la vida pública, en donde el temor de exhibirnos nos vuelve actores de los distintos escenarios que exigen actuaciones adecuadas según el caso. El pudor, la vergüenza, son factores determinantes de nuestras reacciones,alimentados por las reglas de “urbanidad” que nos exigen el decoro y las buenas costumbres.
Hay una falta de coherencia entre el pensar y el actuar: el desenvolvimiento del cuerpo se vuelve una farsa.
Alguna vez la relación entre cuerpo y alma fue de esclavitud-libertad: esclavitud de la carne, libertad del espíritu, ahora el espíritu se ve esclavizado por un vano culto al cuerpo. En nuestrasociedad occidental son más importantes las partes que el todo: las nalgas, las piernas, una bonita nariz, un pecho atractivo. Entonces, las máscaras se vuelven disfraces completos que buscan aceptación. La ropa, los accesorios se han vuelto una extensión de nuestro cuerpo, nos complementan, nos proporcionan identidad.
Mi relación con la ciudad tiene distintas connotaciones, dependiendo dellugar y la necesidad del momento.
Si la ciudad se vuelve un reflejo de nosotros mismos hay distintas maneras de vivir un lugar según la actividad a desarrollar y el estado de ánimo. Cuando mi relación con ella es de trabajo siempre estamos en conflicto: es caótica, esta saturada de gente, coches, ruido -auditivo y visual-, y eso me enoja, me vuelve agresiva en el andar y en mi convivencia contodo lo que ella envuelve. Me repelen sus espacios sucios y mal organizados, y la siento como un gran centro burocrático en donde la más pequeña de las solicitudes requiere de un tiempo infinito, pegajoso y nefasto. En algunos momentos mi cuerpo se empequeñece por la impotencia y la desesperación, y puedo sentir tatuada en la piel esa intrincada red de calles, nombres, vías, pasajes,entradas-salidas, posibilidades y negaciones en las que me siento perdida. Si el animo es mejor, me arrojo a ella con coraje y mi cuerpo se inflama de la energía que exige para enfrentarme a ella. Porque, puede ser tan poco amable, que tu relación con ella se vuelve una lucha...entonces nuestro enojo se enfrenta con el de los otros que la viven igual, la descortesía, la intolerancia y la tensión son el...
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