Sobre la narrativa creativa mexicana

Sobre la narrativa creativa mexicana

Tuve la oportunidad de visitar una biblioteca en Ciudad de MÈxico reciÈntemente. Realmente el objeto de mi visita, divergÌa completamente a cualquier cosa que se le pareciera a la Literatura, por lo menos en primera instancia. Estaba participando del IV Congreso Internacional de Software Libre en MÈxico, pero para poder sobrevivir a los encantos de latecnologÌa y soportar las discusiones bizantinas entre propietarios y fabricantes, me daba el lujo de caminar por las calles m·s contaminadas de latinoamÈrica, y no es gratuito que se considere la ciudad de la eterna contaminaciÛn, pues lejos de tener un ambiente envidiable como el nuestro, tiene m·s de 20 millones de habitantes y una extensiÛn caricaturezca; con mis amigos discutÌamos a modo dechiste, sobre el futuro de la vida en MÈxico y no se nos hacÌa raro pensar en el uso de m·scaras para la contaminaciÛn.

DecÌa pues que me adentrÈ en esos espacios recÛnditos, poco asediados por nosotros los tecnÛfilos, pero que despues de 15 minutos, dan una sensaciÛn que uno no puede explicar. Estuve pues visitando la Biblioteca de la Universidad AutÛnoma de MÈxico: SANTO DIOS !. No lo podÌacreer. QuÈ instalaciones. Probablemente la biblioteca de AlejandrÌa explique todo mi asombro, pero inicialmente, entre en shock y para soportarlo me sentÈ en la entrada de la biblioteca, donde para menguar la histeria en la que entramos algunos neÛfitos en las letras, nos obsequian unos textos editados por la Universidad, cuya editorial se llama ALFORJA. PensÈ encontrarme con un panfleto dedicadoa la publicidad de alg˙n maloliente supervisor que no tiene nada m·s que hacer, pero paradÛgicamente encontrÈ un texto muy bien editado, de una calidad respetable y con un contenido muy entretenido.

Pero lo que m·s me llamÛ la atenciÛn, fue encontrar en el primer texto que tomÈ "ALFORJA XXIX, 2004", un especial de la Literatura NADAISTA. Se imaginar·n que ac· tuve que detenerme, para saberquÈ perciben de nuestra literatura provincial en MÈxico.

Me lleve una descepciÛn marcada, cuando vi que quien introducÌa el tema era nuestro bien llamado nÛbel (y al que muchos -me escept˙o yo- le rinden una pleitesÌa inmaculada), Gabriel GarcÌa Marquez. ° DIOS !... Nunca supe quÈ escribÌa Gabo sobre Dario Lemos y Gonzalo Arango, pero se le notaba a groso modo que estaba improvisando, dadaalguna llamada burocr·tica que le haya hecho Fox para que hiciera toda la introducciÛn de la revista considerando el tema de interÈs para nuestra cultura. Me alegra haber podido corroborar con mis propios ojos, el desentendimiento macondiano de Gabo en estas lides, aunque para Èl supongo que es el vivir bien de cada dÌa.

TodavÌa no he sustentado mi molestia, pero seguro que cualquierdesentenido en el nadaismo sabe que Gonzalo Arango iniciÛ el nadaismo y tambiÈn decidiÛ terminarlo, pues estaba tomando un rumbo que Èl mismo no se esperaba. AsÌ pues que cualquier poeta posnadaista (si lo pudieramos llamar asÌ), que tuviera este mismo enfoque irreverente, se le pidiÛ llamarse neonadaista, con el fin de que no hubieran confusiones. ° ERROR !. Gabo dice, en su erudito texto, que JotaMario Arbelaez (uno de los cafres m·s daÒinos del nadaismo), es todavÌa un activista del nadaismo. SeÒor GarcÌa Marquez, esto es imposible, porque el nadaismo ya no existe. Por otro lado, confunde Gabo a Dario Lemos con X504, cuando tenÌan marcadas diferencias, hasta en su silla de ruedas y en su premio COLCULTURA.

En fin, pero no es de esto que querÌa hablar en este espacio, aunque lesrecomiendo ver el texto ALFORJA XXIX que est· publicado en Internet, en la p·gina de la Universidad AutÛnoma de MÈxico, para que revisemos con detenimiento lo que nuestro venerado y nunca bien ponderado nobel dice sobre el nadaimo.

Sin embargo, debo aceptar que le da el despliegue que cualquier nadaista hubiera querido sobre lo que fue este movimiento filosÛfico, literario y atina en demostrar que...