Sobre la revolución estudiantil cómo posibilidad

En los últimos días el creciente deseo del Gobierno Nacional de acondicionar al país para una posible firma del TLC con los Estados Unidos de Norteamérica le ha cambiado la cara al país. Mientras elInvierno consume parte de los territorios y los alcaldes y gobernadores de las regiones afectadas malgastan el dinero destinado en ayudas en otro tipo de “negocios”, las recientes legislaciones hanabierto las puertas para que la privatización extranjera “retome” el control en los diferentes sectores económicos. Entre uno de los grandes puntos que el gobierno ha puesto los ojos está la Educación.La propuesta de una reforma a la Ley 30 de 1992, que regula la Educación Superior y se la deja en bandeja de plata al sector Privado ha puesto en jaque al sector público educativo. La preocupaciónse ahonda en los institutos educativos distritales dónde se imparte La básica secundaria y la media académica, pues la mayoría de estudiantes que ingresan a estos institutos no poseen los suficientesrecursos para -a su salida de estos- tener una educación superior universitaria garantizada.

Pero, más allá de esta problemática, se encuentra el Estado, quien ha dejado atrás la preocupaciónpor la población estudiantil para financiar la Seguridad –es decir, la guerra – y amortiguar al sector privado, en un intento desesperado de hacer fructífera y “productiva” la economía nacional, yalinearla con la de las grandes potencias. Si seguimos la línea, esto nos lleva a una grave falta de Calidad Educativa, dónde los maestros ya no son eficientes, los estudiantes viven en ciertascondiciones de hacinación, y dónde el deterioro de la infraestructura finalmente llevan a que los resultados académicos bajen en detrimento de una nueva forma de educación –la que nos plantea el gobierno – queen todo el sentido de la palabra, nos condiciona a los designios de las multinacionales.

El Estado ha planteado –por decirlo así – una forma agresiva de ataque en contra de la educación Básica...