Solc. de const

El Derecho como texto: una tentativa de comprensión de la ontología del fenómeno jurídico.
I. INTRODUCCIÓN.
Ante todo, quisiera delinear, si bien de manera breve, dado el curso que habrá de emprender el presente trabajo, la razón del título. En efecto, si es que lo que se pretende, de alguna manera, es, poner a la cosa [rectius: res] en su lugar, habría que empezar por intentar, si bien demanera provisional, atender a dar una indicación sobre el término «ser», dada su polisemia incluso dentro del saber filosófico.
En lo que respecta al presente trabajo, como se ha anticipado, en lo que atiende a la introducción de la Teoría Comunicacional del Derecho (en adelante, TCD) como teoría hermenéutico-analítica, el propósito de lo referido en el párrafo introductorio es insoslayable, pues lahermenéutica lleva incardinada en su mirada al «pensar» y su inescindible relación con el «ser» de las cosas. En cuanto a esto último, resulta bastante pertinente lo que escribe HEIDEGGER: “El pensar retrocede ante su asunto, el ser, y con ello, lleva lo pensado a una posición contraria que nos permite contemplar el conjunto de esta historia, al prepararle el ámbito que va a ocupar, y enconcreto, desde la perspectiva de lo que se constituye en fuente de todo ese pensar”1.
Este «llevar lo pensado» a una «posición contraria» que permita la contemplación se funda en el concepto heideggeriano denominado «diferencia ontológica», el cual consiste en el reconocimiento de la «alteridad» de «lo pensado», de su «ser otro» u «otredad», lo cual manifiesta la diferencia entre el «ser» y «lo ente».Esto implica que el término de «diferencia ontológica» debe ser entendida, cuando menos, en su ubicación respecto del quehacer humano. HEIDEGGER refiere a la “diferencia ontológica” como una distinción “preontológica” y una “actitud” o “comportarse fundamental”, esto es, perteneciente a la “existencia”, y en virtud de la cual “el ser se convierte en un tema posible de una conceptualización(logos)”23. Por su parte, el
Lo anterior significa que todo aquel ser, cuyo entendimiento pretende ser emprendido, esté siempre dado de algún modo, de manera primaria o pre-científica; y es este «estar dado previamente» el que realiza la condición de posibilidad de todo conocimiento del ser. Sin embargo, hasta aquí poco o nada se dice, pues la única forma en que este «estar dado previamente» se develecomo tal es a través del «lenguaje»4. De ahí pues, que el «estar dado previamente de algo», que constituye uno de los problemas fundamentales de la filosofía, no pueda pensarse sin remitirnos al fenómeno de la «comprensión», como comportamiento fundamental respecto de «lo ente»5, el cual sólo es realizable por medio del lenguaje. Aquí, pues, la acotación gadameriana de que «vamos conociendo almundo, vamos conociendo a las personas y en definitiva a nosotros mismos a medida que aprendemos a hablar»6. En este espacio es donde hemos de ubicar a la hermenéutica filosófica.
Por lo anterior, la actividad de la «comprensión», que se despliega dentro del ámbito del lenguaje, en tanto comportamiento fundamental respecto de «lo ente», y en tanto actividad dirigida a su «ser», siempre llevaimplícito un «proyectar un sentido», proyectar que es dirigido hacia la totalidad de «lo ente» respecto de lo cual uno se comporta, y, en la medida en que este «proyecto previo» se realiza en base a los «conceptos previos» transmitidos por la «tradición», este proyectar resulta siempre actualizable. Esta actualización (en términos gadamerianos, «revisión») del «proyecto previo» se realiza a través de«círculos concéntricos», siendo de ahí que, respecto de la «comprensión» del ser de «lo ente», esto es, de su sentido, se hable de «círculo de la comprensión»7. Así pues, la «comprensión del ser de lo ente» no es otra cosa que la comprensión de su «sentido».
Como consecuencia de lo anterior, el «sentido», esto es, «lo comprendido», siempre se funda en relación con lo cual hay que entenderlo,...