Sonidos Finitos
Páginas: 2 (335 palabras)
Publicado: 9 de enero de 2013
SONIDOS FINITOS
La muerte nos habla todo el tiempo, y quien es consciente de esto, vive verdaderamente. La conciencia iluminada del guerrero nos debe dictar el fin de las cosas; todopudiera perecer incluso en los siguientes segundos.
Se ha decidido que la muerte no es el final, que no es nada, tal vez sólo haber pasado a la habitación de al lado. Lo que se es, se es; lo queson, son. Lo que somos unos para los otros seguimos siéndolo (Agustín de Hipona). La carne abandonada, la ida al terreno superior, el alma decide enfrentarse al conocer lo que se ha conocido sinestar. Debe haber purificación (solve et coagula) tanto de lo “pecaminoso” como de lo “lustroso” para lustrarlo aun más.
El aspecto ético se persibe confianzudamente porque nuestro caráctersolapador mejicano, permite tolerar casi todo. No captamos que tolerarlo todo es por sí mismo una falacia, una falsedad social. En fin, pudiéramos ver en un espejo la reflexión verdadera dela muerte, vivir casi automáticamente y si la luz intelectual se nos presenta, llegar a la pregunta máxima del fatalismo clásico: ¿Suicidarse? ¿Por qué no? (Camus-Cioran).
Entra a escena lasociedad y el individuo (Tomás de Aquino) como en casi todo, y se apodera de nosotros una necesidad de llamar a todo lo que no entendemos como terror-temblor o miedo.
Prehispánica o no, latradicional celebración del día de muertos, hace honra al primero y segundo del mes onceavo, a los difuntos; trata de “celebrar” a los niños y a los adultos (un día y un día). La música mejicanao maya, purépecha o totonaca (en la forma que se nos presta y se nos presenta) hace resurgir múltiples colores en la mente y el sentir de cada uno de nosotros.
¡Flores e cempasúchil ycopal! ¡Música que nos divierte en la manifestación de un Halloween invasor! Así nos da tiempo, pedimos, a los Dioses o a Dios, de concretar hasta el último sonido en nuestra resonancia vital.
La muerte nos habla todo el tiempo, y quien es consciente de esto, vive verdaderamente. La conciencia iluminada del guerrero nos debe dictar el fin de las cosas; todopudiera perecer incluso en los siguientes segundos.
Se ha decidido que la muerte no es el final, que no es nada, tal vez sólo haber pasado a la habitación de al lado. Lo que se es, se es; lo queson, son. Lo que somos unos para los otros seguimos siéndolo (Agustín de Hipona). La carne abandonada, la ida al terreno superior, el alma decide enfrentarse al conocer lo que se ha conocido sinestar. Debe haber purificación (solve et coagula) tanto de lo “pecaminoso” como de lo “lustroso” para lustrarlo aun más.
El aspecto ético se persibe confianzudamente porque nuestro caráctersolapador mejicano, permite tolerar casi todo. No captamos que tolerarlo todo es por sí mismo una falacia, una falsedad social. En fin, pudiéramos ver en un espejo la reflexión verdadera dela muerte, vivir casi automáticamente y si la luz intelectual se nos presenta, llegar a la pregunta máxima del fatalismo clásico: ¿Suicidarse? ¿Por qué no? (Camus-Cioran).
Entra a escena lasociedad y el individuo (Tomás de Aquino) como en casi todo, y se apodera de nosotros una necesidad de llamar a todo lo que no entendemos como terror-temblor o miedo.
Prehispánica o no, latradicional celebración del día de muertos, hace honra al primero y segundo del mes onceavo, a los difuntos; trata de “celebrar” a los niños y a los adultos (un día y un día). La música mejicanao maya, purépecha o totonaca (en la forma que se nos presta y se nos presenta) hace resurgir múltiples colores en la mente y el sentir de cada uno de nosotros.
¡Flores e cempasúchil ycopal! ¡Música que nos divierte en la manifestación de un Halloween invasor! Así nos da tiempo, pedimos, a los Dioses o a Dios, de concretar hasta el último sonido en nuestra resonancia vital.
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