Sordos
Todas estas iluminaciones surgieron a Matías Enríquez el día desu primera polución. Los gemidos que acompañaron a ésta traicionaron su intimidad y alertaron a su madre, quien comprobó horrorizada cómo su tierno infante dejaba de serlo. Cuando Matías advirtió supresencia ya era demasiado tarde. No la había oído llegar y ahora ella gesticulaba unos gritos histéricos. Su única respuesta fue una sonrisa inocente, el mismo recurso que venía utilizando desde lostiempos de la guardería, cuando le reñían en el patio y hacía como si no se enterara. Hay algo monstruoso en un niño sordo que te sonríe cuando le gritas por haber hecho algo malo. Así lo pudocomprobar la madre de Matías. Éste le sonreía con una sonrisa pretendidamente angelical, casi demoníaca, entre los últimos espasmos y con su miembro todavía entre las manos. Matías perdió ese día suinocencia y la sensación de intimidad. Su madre nunca volvió a mirarlo como lo había hecho hasta entonces. Sin mediar palabra le dio un sopapo y le dejó una semana sin postre.
Todo esto sucedió con la tomade conciencia de su propio sexo. Pero la cosa empeoró al descubrir el sexo opuesto. A Matías le dio por ir a discotecas, con el ánimo resuelto a triunfar, combinando los encantos de un cuerpo que, a...
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