Soy nueva aqwuii

Victima y victimario

Es el título de mi ponencia y es la vivencia de todos los días en mi estancia en la frontera sur. Me siento centinela, lo confieso, ocupando la posición mas adelantada de migente, observando un río de pobres que salen de las venas todavía abierta de América latina y que luego luego se junta con otro río maya, nautla y mexicano rumbo a un norte, que sí, en unos casos es elEl Dorado, pero en muchos otros es simplemente la patria de un pan menos amargo y más seguro. México tiene todos los derechos históricos, geográficos y, en fuerza de un TLC, de que EEUU llegue a unproyecto migratorio bilateral digno, satisfactorio para los dos contrayentes. Pero es igualmente cierto que México no puede aplicar una política y una actitud de atropello para con cuantos intentancruzar su territorio. No pueden ser blanco de cualquier violación tan solo porque son indocumentados. El indocumentado no tiene papeles, que lo acrediten con derecho para pasar a lo largo de una tierraque no le pertenece y que es soberanía de otra nación, pero sabe también que esto no acredita tan poco a cualquier uniformado despojarlo y desnudar su pobreza. Ellos roban a un po-bre, matan a unmuerto, me dijo un día desahogándose un salvadoreño.
Este gobierno que va de salida ha reconocido con sinceridad en repetidas ocasiones que México no puede exigir a EEUU los derechos para nuestra gente,hasta que el clamor que viene desde el Sur no se ha apa-ciguado. En esta sede quiero también reconocer la apertura hospitalaria de México hacia nuestras Casas del Migrante y más que nada hacia elAlbergue Belén: una institución como la mía, que acoge a puros in-documentados extranjeros, creo sea la única nivel mundial. Por otros motivos las otras Casas en la frontera norte han sido siempre objetode colaboración con el INM. En la misma línea quiero decir una palabra a favor de los Grupos Beta, por lo menos unos que he conocido y con los que colaboro al presente. Claro está que nadie es...