Steve Jobs, prestidigitador de muchos "no"

Hay pocos hombres que logran contagiar sus sueños, cuando digo contagiar, lo hago a sabiendas de que si el hecho de soñar en si es involuntario, aun más difícil es la tarea de hacerloscontagiosos. Una simple metáfora que delinea perfectamente la habilidad natural de un hombre para implantar sus sueños en las multitudes y lograr que los hagan suyos, ese hombre es, aun lo sigue siendo,Steve Jobs.
Es fácil percibir que admiro profundamente a este gran hombre y que quizás este análisis esté sesgado por ese sentimiento. Aún así intentaré ser imparcial.
Si algo no podemos dejarde ver en la personalidad de Steve es su liderazgo autocrático con toques de megalomanía. Esta es solo una arista de una compleja personalidad, aunque es la más visible si tenemos en cuenta que lafalta de tiempo por un final apresurado hizo aflorar estos dos rasgos de manera notoria: la autocracia y la megalomanía.
Según la escala de Tannenbaum, el líder autocrático, tomas las decisiones ylas comunica, escogiendo la mejor alternativa*. Sin hacerlo de manera consciente, creo yo, Steve se paseo por cada una de las clasificaciones de este escala como un maestro durante varias etapas de suvida, aunque es cierto que la que imperó de cara a todos fue la de decidir el rumbo de la cosas sin mucha consulta previa. Eran sus sueños, su visión y punto, hacia ahí debería ir la compañía que élmismo creó.
Por momentos esta autocrática manera de comandar el barco era matizaba con algo de consulta pero siempre retaba a sus colaboradores para que dieran más, que llevaran su teoría a loimposible y así poder crear algo con lo que nadie había soñado, y es ahí dónde entra en juego la megalomanía.
La idea de creerse el mismo como el cliente por excelencia, el cliente insatisfechocon lo que en ese momento existía en el mercado. Creo un mundo, realidades y necesidades que no existían, jugó a ser una especie de Dios tecnológico sin pretenderlo. Quizás se creía único, creo que...