Tareas De Enseñanza Basica
Ana María del Río
Ilustraciones de
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Carmen Cardemil
Manú es una niña aymara. Vive en el a.ltiplano chileno donde cuida de sus doce llamas y juega con su mejor amigo, Kunturo. Pero Manú no es como los demás. Ella puede ver el futuro en sus sueños. Para su cumpleaños quiere un regalo especial: estudiar en la ciudad porque en su pueblo no hay escuela.Para lograrlo, Manú deberá vencer grandes obstáculos y descubrirá que la ciudad no es lo que imaginaba. Sin embargo, su fortaleza le permitirá lograr que su gente y la ciudad establezcan fuertes lazos de amistad, nunca antes vistos.
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El cumpleaños de Manú ~
Manuela Mamani era una niñita aymara que vivía en un poblado del alti plano chileno con supapá, su mamá y doce llamas. Como era pequeñita de porte, nadie le decía por su nombre porque era muy largo. Todos la llamaban simplemente, Manú. Tenía el cábello negro y brillante, muy lacio. Su piel era bronceada y los pómulos salientes. Sus ojos eran oblicuos, negros y muy b.rillantes. Manú era muy bonita. Manú cumplía siete años ese día. Desde temprano sintió a su papá y a su mamá en puntillas porla pieza preparan do el desayuno. Hacía mucho frío en las mañanas y el sol brillaba con esplendor. La mamá había puesto pieles de vicufia en las paredes para impedir la entrada del frío. Manú no dormía. Estaba nerviosa
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r nque ese día era importante para ella.
Pediría algo muy especial como re2:alo de cumpleaños. El papá de Manú era el honlbre más importante del pueblo. Era el Jefe dela Comunidad y además era doctor. Todos le traían sus hijos y sus animales cuando staban enfermos. Manuel Mamani escuchaba la en fermedad: a veces oía la sangre correr con una infección. Otras veces oía los huesos rotos de alguna pequeña llama, daba un tirón y ésta sanaba. El señor Mamani no cobraba dinero por sus servicios. Lo hada ara ayudar a la gente de su pueblo. Todos lo querían mucho.Muchas veces le paga an con animales. Por eso tenía un rebaño de doce llamas que Manú cuidaba. Cada cierto tienlpo, el señor Ma mani bajaba al valle e iba al Municipio a hablar con el alcalde. Conseguía muchas cosas buenas para el pueblo: dinero para hacer canales de regadío, corrales para que Jos animales no se murieran de frío en el . vierno. Ahora último había conseguido
luz eléctrica yhabían instalado la primera televisión. -Muy feli cumpleaños, Manu -dijo la lllamá. -Muy feliz cumpleaños, Manó -.dijo el pap~. La abrazaron. Sus papás la querían mucho y Manú lo sabía. Entonces, la ma má puso la tetera a hervir en la cocina que estaba dentro de la sala. Sacó unas tortillas muy ricas, partió unas tajadas de queso fresco y en un plato puso polulos, un cereal inflado muy gordo. Era algoespecial. Manu se puso muy contenta. -Hoy bajo a la ciudad -anunció el papá de Manú, tomando una taza de té muy negro-. ¿Qué quieres de regalo de curnolea ';> nos, M anuo Ningún padre del pueblo de Chi ana preguntaba a sus hijos qué querían de regalo de cumpleañOS. No había mu cho dinero para regalos en ese pequeño
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l'ra muy querida de \ l.k .sll 1ll.11lre v, además, era
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los miró. Había llegado el ., I ro de hahlar. N(~ me mugas nada papá --dijo--. l-\ n regalo de cumpleaños especial. Su papá y su lTIama la miraron. -¿C¿ué será lo que quieres? -prL~uLl11 [aron. -Qu'lero que me den permiso para ir a la escuela en la ciudad -dijo Manú--. Quiero ir al colegio y aprender cosas. Aquí en Chipana no hay colegios. Yo podría vivir en Iquique contía Eduvigis -dijo, mirando a su mamá. -¡De ninglU1a manera! ¡Y menos con Eduvigis! -dijo el papá de Manú muy enojado. Tía Eduvigis era hermana del papá de Manú y estaban peleados hacía años, porque ella no había querido vivir en Chipana. -¡Hija cómo se te ocurre pedir ese re~o de cumpleañOS! -diio la mamá
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mirándola muy triste-o ¿No quieres vi vir con nosotros? -¡Por supuesto...
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