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ÉTICA, RESPONSABILIDAD SOCIAL Y TRANSPARENCIA

11.0 EL CÁNCER DE LA DEMOCRACIA: LA CORRUPCIÓN
“En un mundo injusto
el que clama por la justicia
es tomado por loco.”
León Felipe

11.1 El diagnóstico de la corrupción
Pocos padecimientos hay tan patentes: nuestro país está enfermo de corrupción. El
diagnóstico es indiscutible. La polémica se da respecto al tratamiento: ¿qué hacer ante unainfección que se propaga constantemente, que no conoce límites, que nos envuelve y
amenaza con habituarnos a la mentira y a la suspicacia? ¿sólo cabe la resignación? ¿existe
una respuesta ética proporcionada a las magnitudes del problema?
La corrupción está en boca de todos, y corremos el riesgo de perdernos en callejones
retóricos y en la controversia vacua. Para articular una respuestaefectiva al problema,
debemos antes explorar la sintomatología y examinar las causas de la enfermedad.

11.1.1 Una enfermedad autodestructiva
Frecuentemente se compara la corrupción con el cáncer. La metáfora no es mala: el cáncer
es una enfermedad terrible en donde el propio organismo se autodestruye. Los glóbulos
blancos, cuya función es defender al cuerpo del ataque de los agentes externos,se
transforman en nuestros enemigos. Los mecanismos para proteger y mantener nuestra vida
se vuelven contra ella. El enemigo anida dentro, es uno de los nuestros. Por ello, los
enfermos de cáncer sufren mucho. Para colmo, los tratamientos médicos frecuentemente
eliminan elementos sanos junto con los afectados: se combate un tumor maligno y se
dañan órganos saludables. Terapias tan agresivas nosiempre son efectivas, y el paciente
muere.

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De manera análoga, la corrupción se vale de los mismos órganos de la sociedad para
destruirla: la policía antisecuestros secuestra, el juez impartidor de justicia protege al
delincuente. La corrupción es la degeneración de las estructuras sociales y políticas, como
la leucemia de los glóbulos blancos.
Cuando oímos hablar de lacorrupción, inmediatamente pensamos en el gobierno. Grave
error: la corrupción también infesta las esferas privadas. La corrupción del empresario, el
académico, el abogado, favorece los procesos de corrupción pública. Los particulares
aceleran la destrucción del estado de derecho. Pensemos en el daño que un maestro o un
abogado hace recibiendo sobornos. Su radio de influencia negativa es muy amplio y,sobre
todo, tiene eco y resonancia.
La corrupción —pública o privada— se caracteriza por la transformación perversa de un
agente. Asistimos a una degeneración en toda forma: quien debería ser nuestro aliado se
convierte en nuestro enemigo, aprovechando los mecanismos y facultades que le fueron
otorgados para cumplir su función. El servidor público se corrompe cuando utiliza en su
provecho losimpuestos. En lugar de construir una carretera o un hospital, compra una casa
de playa o cambia de coche. El médico se corrompe cuando extirpa un apéndice para pagar
la hipoteca de la casa, aunque el paciente no sufra apendicitis. Ambos se valen de su
función y la desvirtúan. El servidor público no sirve al bien común, el médico no cura al
enfermo.
Ni el funcionario ni el médico corruptos sondelincuentes típicos, no son carteristas ni
asalta-bancos. La perversidad de los corruptos consiste en que son traidores, espías
encubiertos, auténticos saboteadores. La función del cirujano es procurar la salud del
paciente, y la del juez, la justicia. Cuando se corrompen, usurpan poderes. El paciente se
pone en manos del cirujano para ser curado, no para ser defraudado. La ciudadanía tienejueces para impartir justicia, no para proteger a la mafia. Los corruptos aprovechan su
función para fines desvirtuados.
La sociedad y los particulares difícilmente pueden defenderse de tales abusos. Al carterista
es relativamente fácil reconocerlo y no forma parte del sistema judicial. El carterista roba,
pero nunca tuvo como misión dictar sentencias justas. En cambio, el juez ocupa una...