Terremoto

¿Que frágiles somos ante la naturaleza? ¿no somos nada?... son algunas de las preguntas sin respuesta que se hacen los chilenos después de vivir en la madrugada del 27 de febrero un sismo de granintensidad que sacudió la tierra sin piedad. Algo mas de 3 minutos fueron suficientes para que la vida de un ser humano cambiara; forma de vida, proyectos, prioridad de necesidades, todo dio unvuelco.
…”Estamos vivos gracias a Dios y eso es lo importante”…proliferan los creyentes…”lo material no es importante”…dicen otros, poco materialistas …Pero que pasa después, cuando los días comienzan atrascurrir y las personas que están sin un techo donde cobijarse y los niños y adultos mayores se recienten ante las inclemencias del tiempo…cuando debajo de los escombros de las viviendas se quedatoda una historia de vida y no hay recursos ni fuerzas para volver a empezar…
La ansiedad se comienza a sentir después de algunas horas, con la incertidumbre de lo que vendrá , generando conductasdiferente en las personas desde ser muy solidarias con las familias, amigos y vecinos hasta pensar egoístamente en solo poder sobrevivir, dando esto, impulsos nunca sentidos por algunos; robo, saqueo,peleas y el oportunismo da cuenta del individualismo y de las pautas de convivencia en que nuestra sociedad esta envuelta, marcada ciertamente en el sector urbano pero débilmente en el rural.Mientras las autoridades a nivel nacional y local comienzan la reconstrucción, se movilizan recursos materiales y humanos para conocer la magnitud de la catástrofe. Hay conversaciones, imágenes ytestimonios que dan cuenta de la magnitud del problema, donde sin duda el desastre de los serios daños materiales, perdidas de vidas y consecuencias psicológicas marcaran las vidas..
Por otra parte, losafectados esperan que el Estado de pronta solución, siendo esta paliativa en primera instancia, con la ayuda de algunas necesidades básicas como es la alimentación, agua, vestuario, pañales, nylon....