Tesis

CAPITULO I



EL PROBLEMA



1. Planteamiento del Problema




El derecho del trabajo clásico se desarrolló por el imperativo de brindar una plena y eficaz protección al trabajador con ocasión de la “venta” de su fuerza de trabajo al patrono. En este sentido, se reparaba el agudo desequilibrio que caracterizaba la interacción entre los sujetos de la relación de trabajo enparticular en lo atinente al desequilibrio negociar que ostentaban las partes del centrado de trabajo.
La aludida asimetría impulsó tempranamente – antes que surgieran las normas etáticas de carácter tuitivo - la acción coaligada de los trabajadores para así reestablecer el equilibrio en su interacción con el empleador, por tal virtud se limitó severamente la eficacia de la autonomía de la voluntadentre las partes, procediéndose a dictar un conjunto de normas tendentes a asegurar la vida, salud y dignidad del trabajador.
Por otra parte, el ordenamiento jurídico descrito, presuponía su evolución a través de la incorporación de nuevas normas que brindara beneficio de mayor trascendencia para los trabajadores e introdujeran mecanismos de protección más estrictos.
De esta manera, seinserta la negociación colectiva como un proceso idóneo para que sus sujetos – patronos y trabajadores – en ejercicio de la autonomía de la voluntad colectiva, fijaran condiciones de empleo más favorables a los trabajadores que las previstas en las normas de origen etático; fungiendo éstas de contenido mínimos de la relación de trabajo, como se le denomina comúnmente de “base normativa”intangible al referido proceso de negociación.
Esta tendencia es un proceso iniciado hace pocos decenios, para regular mediante convenciones o contratos colectivos las relaciones de trabajo entre la Administración Pública y quienes le sirven en calidad de funcionarios públicos, parece haberse enraizado definitivamente en la doctrina, los usos y la legislación internacional.
Venezuela, al cobijodel artículo 8 de la Ley Orgánica del Trabajo (1991) y de su Reglamento Parcial para negociar las Convenciones Colectivas de Trabajo de los Funcionarios o Empleados al servicio de la Administración Pública Nacional (Gaceta Oficial 34.743, de 26 de junio de 1991), ingresa al moderno grupo de países que, con independencia de su grado de desarrollo, ha dictado reglamentaciones especiales endemostración del elevado interés jurídico, económico, social y político que el tema merece.
La promulgación de la Ley Orgánica del Trabajo (1991) marcaría una de las últimas resistencias del viejo derecho estatutario ante el avasallante empuje del derecho del trabajo, que se avizora ya como el derecho común de toda actividad humana ejercida bajo una voluntad ajena, pública o privada, por unaremuneración.
De este modo, se explica que la negociación colectiva en el sector público ha sido producto de una progresiva aceptación legal y jurisprudencial, porque a lo largo de muchos años se ha debatido sobre la legitimación de los funcionarios públicos a la negociación, conflictos colectivos y la huelga. Cuando en principio, la reacción a dicha legitimación fue contraría, algunos doctrinariosaducían argumentos en contra; además, ayudados por la existencia de rigurosas disposiciones prohibitorias.
A partir de los argumentos doctrinarios que se alegaban para la contratación colectiva de los funcionarios públicos, se encuentran según lo manifiesta Caballero, (1999), “tres posiciones: una que la rechazaba, otra que la admitía bajo determinados condicionamientos y, en fin, unatercera posición que la admitía con prescindencia de la prohibición establecida en el artículo 122 de la Constitución” (p. 23). Para este autor, también dentro de la posición que rechazaba la contratación colectiva de los funcionarios públicos, argumentaban lo siguiente:


La identificación de los intereses de la función con el interés general en virtud de que la Administración es el...