TEXTO 2a TAREA 600
El acuerdo es hoy prácticamente unánime. Jesús de Nazaret ha sido un hombre, tal vez el único, que ha vivido y comunicado una experiencia sana de Dios, sin desfigurarla con losmiedos, ambiciones y fantasmas que, de ordinario, proyectan las diversas religiones sobre la divinidad.
Jesús no habla nunca de un Dios indiferente o lejano, olvidado de sus criaturas o interesado porsu honor, su gloria o sus derechos. En el centro de su experiencia religiosa no nos encontramos con un Dios «legislador» intentando gobernar el mundo por medio de leyes ni con un Dios «justiciero»,irritado o airado ante el pecado de sus hijos. Para Jesús, Dios es compasión. «Entrañas», diría él, «rahamim». Esta es su imagen preferida. La compasión es el modo de ser de Dios, su primera reacciónante sus criaturas, su manera de ver la vida y de mirar a las personas, lo que mueve y dirige toda su actuación. Dios siente hacia sus criaturas lo que una madre siente hacia el hijo que lleva en suvientre.
Dios nos lleva en sus entrañas.
Las parábolas más bellas que salieron de labios de Jesús y, sin duda, las que más trabajó en su corazón fueron las que narró para hacer intuir a todos laincreíble misericordia de Dios.
La más cautivadora es, tal vez, la del padre bueno (Hijo prodigo). Los que la escucharon por vez primera quedaron sin duda sorprendidos. No era esto lo que se les oía a losescribas o a los sacerdotes. ¿Será Dios así? Como un padre que no se guarda para sí su herencia, que no anda obsesionado por la moralidad de sus hijos, que espera siempre a los perdidos, que «estandotodavía lejos» ve a su hijo, se le «conmueven las entrañas», pierde el control, echa a correr, le abraza y le besa efusivamente como una madre, interrumpe su confesión para ahorrarle más humillacionesy le restaura como hijo. ¿Será ésta la mejor metáfora de Dios: un padre conmovido hasta sus entrañas, acogiendo a sus hijos perdidos y suplicando a los hermanos a acogerlos con el mismo cariño?...
Regístrate para leer el documento completo.