Todo depende de los habitos
septiembre 14, 2010
Desde que en 1964 Charles Dotter creó la angioplastia, que consiste en insertar un catéter en el interior de unaarteria para desobstruir el flujo sanguíneo, este procedimiento ganó terreno en el tratamiento de las patologías vasculares.
Es menos invasivo y ofrece resultados igualmente efectivos que el bypass,según un trabajo publicado por The Lancet .
En el país, el Registro de Procedimientos del Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas informa que en 2008 se realizaron 49.500 estudiosdiagnósticos (coronariografías) y 21.004 angioplastias coronarias (más las que se realizan en las arterias carótidas, renales y en los miembros inferiores), lo que arroja unas 530 de estas intervencionespor millón de habitantes. En 2009, los datos informados por 142 centros de todo el país, actualmente en proceso, indican que esa cifra habría crecido un 10% y que se coloca más de un stent porpaciente.
Pero aunque la angioplastia y la implantación de esas mallas que mantienen separadas las paredes de las arterias (los stents) demostraron a lo largo de todos estos años ser aliadas invalorablespara intervenir precozmente en el curso de un preinfarto o de un infarto, no son la panacea.
“Esto no es un tratamiento: es un paliativo -dice el doctor David Vetcher, ex presidente del ColegioArgentino de Cardioangiólogos Intervencionistas-. La enfermedad [aterosclerosis] puede seguir progresando y pueden aparecer otras obstrucciones.”
Se calcula que el 50% de los pacientes que debutancon patología carotídea [oclusión de la carótida] padecen luego enfermedad coronaria. Es más: las personas que tienen accidentes coronarios o carotídeos tienen una alta tasa de recurrencia.
Prohibidopelearse
De allí que a los cardiólogos más que la recuperación posterior a la intervención, que generalmente es excelente, les preocupen el imprescindible cambio de hábitos que deberán realizar...
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