Todo lo se debe evitar para que los clientes no acaben cabreados y descontentos
clientes no acaben cabreados y
descontentos
Los clientes quieren que las marcas les escuchen y muestren su preocupación. Por ello, cuando necesitan contactar con una marca o empresa, lo último que esperan es encontrarse
con una llamada en espera, o que su respuesta tarde días en llegar.
Por ello, la excelencia reside en cuidar los pequeños detalles, en trabajar para que cada punto
de contacto con la marca sea útil y beneficioso para el cliente, y le permita llegar hasta el final del proceso de la forma más rápida y efectiva posible. Un punto culmen donde intervienen
numerosos factores, que es necesario cuidar, evitando situaciones tan poco agradables como:
La eterna espera
. No hay algo más molesto que el tener que esperar al otro lado de la línea telefónica; actualizar la bandeja de entrada en busca de un mail que no aparece, o quedarse
mirando impasible el apartado de notificaciones de la red social, a la espera de una respuesta por parte de la marca.
La inexistencia de una respuesta
. La eterna espera todavía puede presentar un escenario
peor, cuando la marca directamente no es capaz de registrar y gestionar las peticiones recibidas, y el cliente se queda sin respuesta.
La incapacidad para ofrecer una solución útil
. Otro gran punto flaco en contra de las empresas es que, tras soportar la tediosa espera, el cliente se encuentre ante un callejón sin
salida, en forma de agente de atención al cliente que desconoce la materia sobre la que éste le habla, no tiene potestad para actuar de forma resolutiva, o simplemente no cuenta con una
estrategia de atención al cliente, lo que le impide ejercer debidamente su función. Un hecho
que solo sirve para acrecentar la frustración al cliente.
No contar con verdaderos profesionales en el departamento de atención al cliente
,
capaces de manejar la situación de forma diligente y proactiva. La gestión de la satisfacción del ...
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