Traducción moyer

Preferencias sociales como el altruismo, la reciprocidad, la motivación intrínseca y el deseo de mantener las normas éticas son esenciales para el buen gobierno, a menudo para facilitar la asignación socialmente deseable imposible de alcanzar por los incentivos que atraen únicamente a sus propios intereses. Pero experimentales y otras pruebas indican que los incentivos económicos convencionales ylas preferencias sociales puede ser complementos o sustitutos, los incentivos explícitos hacinamiento o exclusión de la social preferencias. Se investiga el diseño óptimo de los incentivos para contribuir a un bien público en virtud de estos efectos se hacen ya sea más o menos uso de incentivos explícitos, en comparación con un planificador ingenua que asume que están ausentes.

1. IntroducciónEn sus Ensayos: Moral, Política y Literaria (1742) David Hume (1964) :117-118 recomienda que en idear un sistema de gobierno ... cada hombre debe ser supone que es un bribón y no parece tener otro extremo, en todos los sus acciones, que el interés privado. Por este interés hemos de gobernarlo, y, por medio de ella, hacen de él, a pesar de su insaciable avaricia y la ambición, cooperar para elbien público. máxima de Hume de que las políticas públicas deben aprovechar las preferencias respecto de uno mismo para fines públicos sigue siendo una base de público la economía. Su sabiduría se apoya en numerosas pruebas de que los contratos convencionales basados en incentivos y políticas a menudo trabajan muy
bien (Laffont y Matoussi, 1995; Lazear, 2000).

Pero Hume sólo "supuestos"ciudadanos sean bribones. En los últimos años evidencia experimental ha respaldado advertencia de Hume (inmediatamente tras el paso anterior) que la suposición es "falso de hecho": el altruismo, la reciprocidad, andwhat los clásicos llaman virtudes cívicas son potente y commonmotivations (Camerer, 2003; Fehr et al., 2007; Gintis et al., 2005). La importancia empírica de otros-en relación con motivos parala economía del sector público también ha sido reconocida, y recientemente ha sido confirmado en estudios de cumplimiento tributario (Andreoni et al., 1998; Pommerehne y Weck-Hannemann, 1996), la opinión política y la votación relativa a la seguridad del ingreso y la redistribución medidas (Fong et al., 2005), la obediencia a la ley generalizada (Kahan, 1997), y otras áreas críticas para laeconomía pública.
Hume, Bentham Jeremy y los clásicos de otros defendiendo el interés propio como base del diseño de políticas públicas, no pasaron por alto la preferencias sociales que subyacen a la conducta moral. Lo que Adam Smith llamó "los sentimientos morales" jugó un papel central en su pensar. Pero se suponía que las motivaciones éticas no se verían afectadas por las políticas basadas enincentivos diseñados interés personal para contratar para fines públicos. Junto con las virtudes cívicas, los incentivos y las restricciones explícitas por lo tanto podrían contribuir al bien de forma aditiva gobierno. Según esta opinión, los impuestos o las subvenciones afectan a la utilidad individual y por lo tanto el comportamiento sólo de manera indirecta, es decir, alterando los costos y beneficioseconómicos de las actividades dirigidas. Estos y otros incentivos explícitos por lo que no aparecen directamente en el ciudadano función de utilidad. Como resultado, los efectos conductuales de los sentimientos morales y los intereses materiales son separables, los efectos de cada ser independiente de los niveles de la otra. Pero cuando separabilidad no se sostiene, los dos tipos de motivacionespueden ser ya sea complementos - las preferencias sociales por los incentivos que mayor atractivo para los propios intereses - o sustitutos, cuando explícita Se dice que los incentivos a desplazar a las preferencias sociales.
Una consecuencia de la asunción de los clásicos "separabilidad" implícito "es que no tuvo en cuenta el interés propio howharnessing al bien público, bien pudiera...