Tres cuentos para Empezar
Páginas: 21 (5066 palabras)
Publicado: 11 de enero de 2014
TRES
CUENTOS
PARA
EMPEZAR
Autor: Ramón Peña.
ÍNDICE
SEÑOR HOY ES SU DÍA, páginas 3, 4, 5.
FUERA DE AQUÍ, páginas 6 y 7.
EL ÚLTIMO HOMBRE DEL SIGLO ANTEPASADO, páginas 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14.
“SEÑOR HOY ES SU DÍA”
A sus ochenta y siete años, HugoBustamante, no tenía nada que esperar del mundo, vivía o esperaba la muerte en un albergue de ancianos, llamado “La tranquilidad”, al cual había llegado por voluntad propia cuando ya no tenía las fuerzas para trabajar en las calles vendiendo baratijas, pero la vida cargada de futuro impredecible, le tenía unos días felices que lo haría sentir el hombre más importante sobre la faz de latierra.
Alfredo Volados, era un cronista que trabajaba para el Hipódromo Nacional y en una búsqueda afanosa y apremiante llegó a dar con el paradero de Hugo Bustamante. Sintió un gran alivio cuando un dependiente del nosocomio le dijo que era aquél, el que estaba sentado en la silla con vista al sol; “Tiburón, buen día, como le va”. Hugo Bustamante, se estremeció internamente, años, quizás décadasde décadas que no lo llamaban así; “¿Joven, que quiere, lo conozco?” preguntó para mantener la comunicación, bien sabía que todos los que llegó a conocer estaban muertos y a él lo habían olvidado. Volados, que conocía a “Tiburón” Bustamante en fotos de blanco y negro que se conservaban en los archivos del Hipódromo Nacional, le parecía imposible que el hombre de aquella fortaleza inusitada paramanejar purasangres de carreras, estuviera en condiciones físicas tan paupérrimas y escuálidas. Fue sincero y le dijo; “Por supuesto que no me conoce, pero el país a usted si, tuvo la gloria de ser el primer jinete en ganar con un caballo criollo el Clásico Internacional Simón Bolívar. Indígena, se llamaba el caballo que montó, derrotó a caballos importados traídos de Inglaterra y Argentina, fue unmomento cumbre en el hipismo criollo. Bustamante, un poco incrédulo, le advirtió; “Se aprendió muy bien las líneas tanta veces repetidas en los periódicos, pero mire a esa gloria donde está, aferrándose a una vida absurda”.
El periodista traía buenas noticias, con motivo a los sesenta años de aquella gran hazaña le sería programada una carrera con su nombre y él personalmente entregaría laCopa al ganador. Bustamante, visiblemente indignado dijo; “Y tenían que pasar sesenta años para acordarse de mí, pues no voy para ningún espectáculo de mierda a mi nombre, dígales que me estoy muriendo o mejor dicho, pudriendo en vida”. Alfredo Volados, que era un periodista joven y con una paciencia que no se parecía a su edad, empezó a esgrimir argumentos simpáticos y sinceros que justificaban lapresencia del gran “Tiburón” Bustamante, éste no lo escuchaba, en las trampas de las nostalgias lo introdujo su memoria, y se encontró en los años de su juventud, en los cuales arreaba los caballos salvajemente y pegaba tan duro que los latigazos se escuchaban nítidamente a cuatrocientos metros de distancia. Levantaba los mejores elogios y comentarios de la prensa especializada, era feliz, teníafama, dinero y un amor al cual le entregó su alma. Aída, se llamaba, un día ella le dijo mirándolo a los ojos que no lo amaba y se le vinieron todos los problemas del mundo encima, vicios y bajo rendimiento sobre los purasangres lo llevaron al retiro y a la pobreza total. Desde entonces para recordar a su aciago amor, cantaba en la soledad de su soledad la canción “Marejada Feliz” de Roberto Roena yTite Curet; “Potente cual Marejada fue su amor, la playa de mi cariño la arrasó… llorar por aquella triste despedida… Marejada Feliz, vuelve y pasa por mi, aún yo digo que sí, que todavía pienso en ti”. Mientras Volados hablaba sin que lo escucharan, Bustamante en sus recuerdos y en un destello de lucidez supo que tenía treinta y dos años, tres meses y siete días sin visitar al Hipódromo,...
TRES
CUENTOS
PARA
EMPEZAR
Autor: Ramón Peña.
ÍNDICE
SEÑOR HOY ES SU DÍA, páginas 3, 4, 5.
FUERA DE AQUÍ, páginas 6 y 7.
EL ÚLTIMO HOMBRE DEL SIGLO ANTEPASADO, páginas 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14.
“SEÑOR HOY ES SU DÍA”
A sus ochenta y siete años, HugoBustamante, no tenía nada que esperar del mundo, vivía o esperaba la muerte en un albergue de ancianos, llamado “La tranquilidad”, al cual había llegado por voluntad propia cuando ya no tenía las fuerzas para trabajar en las calles vendiendo baratijas, pero la vida cargada de futuro impredecible, le tenía unos días felices que lo haría sentir el hombre más importante sobre la faz de latierra.
Alfredo Volados, era un cronista que trabajaba para el Hipódromo Nacional y en una búsqueda afanosa y apremiante llegó a dar con el paradero de Hugo Bustamante. Sintió un gran alivio cuando un dependiente del nosocomio le dijo que era aquél, el que estaba sentado en la silla con vista al sol; “Tiburón, buen día, como le va”. Hugo Bustamante, se estremeció internamente, años, quizás décadasde décadas que no lo llamaban así; “¿Joven, que quiere, lo conozco?” preguntó para mantener la comunicación, bien sabía que todos los que llegó a conocer estaban muertos y a él lo habían olvidado. Volados, que conocía a “Tiburón” Bustamante en fotos de blanco y negro que se conservaban en los archivos del Hipódromo Nacional, le parecía imposible que el hombre de aquella fortaleza inusitada paramanejar purasangres de carreras, estuviera en condiciones físicas tan paupérrimas y escuálidas. Fue sincero y le dijo; “Por supuesto que no me conoce, pero el país a usted si, tuvo la gloria de ser el primer jinete en ganar con un caballo criollo el Clásico Internacional Simón Bolívar. Indígena, se llamaba el caballo que montó, derrotó a caballos importados traídos de Inglaterra y Argentina, fue unmomento cumbre en el hipismo criollo. Bustamante, un poco incrédulo, le advirtió; “Se aprendió muy bien las líneas tanta veces repetidas en los periódicos, pero mire a esa gloria donde está, aferrándose a una vida absurda”.
El periodista traía buenas noticias, con motivo a los sesenta años de aquella gran hazaña le sería programada una carrera con su nombre y él personalmente entregaría laCopa al ganador. Bustamante, visiblemente indignado dijo; “Y tenían que pasar sesenta años para acordarse de mí, pues no voy para ningún espectáculo de mierda a mi nombre, dígales que me estoy muriendo o mejor dicho, pudriendo en vida”. Alfredo Volados, que era un periodista joven y con una paciencia que no se parecía a su edad, empezó a esgrimir argumentos simpáticos y sinceros que justificaban lapresencia del gran “Tiburón” Bustamante, éste no lo escuchaba, en las trampas de las nostalgias lo introdujo su memoria, y se encontró en los años de su juventud, en los cuales arreaba los caballos salvajemente y pegaba tan duro que los latigazos se escuchaban nítidamente a cuatrocientos metros de distancia. Levantaba los mejores elogios y comentarios de la prensa especializada, era feliz, teníafama, dinero y un amor al cual le entregó su alma. Aída, se llamaba, un día ella le dijo mirándolo a los ojos que no lo amaba y se le vinieron todos los problemas del mundo encima, vicios y bajo rendimiento sobre los purasangres lo llevaron al retiro y a la pobreza total. Desde entonces para recordar a su aciago amor, cantaba en la soledad de su soledad la canción “Marejada Feliz” de Roberto Roena yTite Curet; “Potente cual Marejada fue su amor, la playa de mi cariño la arrasó… llorar por aquella triste despedida… Marejada Feliz, vuelve y pasa por mi, aún yo digo que sí, que todavía pienso en ti”. Mientras Volados hablaba sin que lo escucharan, Bustamante en sus recuerdos y en un destello de lucidez supo que tenía treinta y dos años, tres meses y siete días sin visitar al Hipódromo,...
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