Un invierno en lisboa

Crónica de viaje
La ciudad del encanto y el olvido, Lisboa
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Lisboa, ciudad de viejas artes, ciudad que combina lo olvidado y lo presente. Este fue el mejor destino que pudeelegir. Mi avión despegaba a las 5:00 AM, la emoción invadía mi corazón. Conocer la tierra donde Billy Swan había tocado, era realmente un privilegio, una enorme posibilidad de vivir el mismo encanto queel maestro de la música.
La variedad cultural de aquel vuelo era impresionante, turistas y pieles cobrizas que exaltaban el ambiente de una forma casi pronunciada, una amalgama decostumbres y pasados que ensordecían unánimemente la voz de la división, que destruían la diversidad para convertirla en una sola inspiración.
Las ruedas tocaron la pista, mis latidos seaceleraron; tal cual el deseo de que llegué la primera cita con aquel hombre que amas. No habría comparación para aquel sentimiento. Lo esperaba ya desde hace mucho y me ilusionaba la sola idea deestar en aquel lugar. Revisión y rutina, lo que se espera en todo viaje.
Mi primera vuelta por la ciudad, llena de casas rosas con tonos ocres, murmullos portugueses, aquella estatua de unrey a caballo; que con ironía y desdén apuntaba hacia el sur; algunas estaciones de trenes totalmente vacías, tal cual hoja de papel en blanco, otras de ellas, con unos cuantos usuarios que seconfundían con la negra noche.
Ya en el metro o en el topo, infinidad de túneles, cuyo final desconocido parecía indivisible; la misma extrañeza de llegar a la frontera entre la adultez yla vejez; esa cautela que no tiene respuestas y que a veces parece hasta absurda, pero que no es más que el propio sentir humano de conseguir lo jamás antes visto.
Vegetacióndespampanante, nada comparado en Sudamérica. Ese olor envolvente a madera mojada, a navidad, ese aroma particular entre lo cítrico y la savia, entre lo árido y aquella agua dulce que mojan los pliegues de...