Un minirelato

Minirelato con perífrasis verbales.

Érase una vez un varón que se llamaba Ernesto que era el hombre más religioso de su pueblo. Era tan afanoso que la gente andaba diciendo que pasaba en rezar 10horas al día. He de mencionar que Don Ernesto no era siempre creyente; una significante parte de su vida era ateo, pero un día cuando estuvo muy enfermo, una señora le contó sobre Dios Piadoso queayuda a todos los que se lo piden. Así Ernesto iba aprendiendo las practicas de catolicismo y por mucha fé y buena convivencia llegó a ser uno de los favoritos de Señor quién no sólo lo salvo de aquellaenfermedad mortal, sino que luego cumplía sin excepción todo lo que don Ernesto le pedía.

Una vez al pueblo de Ernesto llegó la ola de gran inundación. Cuando el agua acababa de entrar en su casa,llegarón unos hombres que querían llevarlo en su coche al refugio, pero Ernesto lo rechazó diciendoles que tenía confianza en que Dios lo salvaría y cuando aquellos se fueron se echo a rezar por ellomuy apasionadamente.
Pasado dos días el agua subió de tal modo que cubrió la planta baja de su casa y tuvo que subir a la primera planta. Entonces en un bote volvieron a llegar los hombresinsisitiendo en llevarlo al refugio. Don Ernesto resistió otra vez diciendoles de nuevo que tenía la confianza en que Dios le salvaría. Cuando aquellos se fueron, emepezó a rezar con tal intensidad que cuandolos hombres volvieron en el helicóptero (porque el agua subió de tal manera que don Ernesto había tenido que transladarse al tejado) rogandole para que fuera con ellos al refugió, el seguía rezando,llevando un día entero sin dormir y sólo paró para repetirles su estribillo, que tenía la confianza en que Dios le salvaría. No mucho rato después de que aquellos se marcharon, el agua lo hundió a donErnesto mientras seguía rezando.

Don Ernesto entró en cielo y en el momentó que consigió hablar con Dios, enfurruñado le preguntó por qué no le había salvado. Cuando Dios le dijo que fue Él quien...