Un puente de acceso

Un puente de acceso

Si concebimos la democracia como la forma adecuada de llevar adelante una sociedad de igualdad de oportunidades y de decisiones autónomas de sus integrantes, que sea unademocracia participativa y sin intermediarios representantes de sus propios intereses. Para esto, debemos pensar la educación como pilar fundamental de construcción, ya que a través de ella existe laposibilidad de formar ciudadanos con competencias que les permitan posicionarse ante la realidad, favorable o desfavorable, desde una postura crítica y activa, para mantenerla o intentar cambiarla.Este planteo es lógico y hasta parecería muy factible de llevar a cabo. ¿Pero es, esto, así de sencillo? Alguna vez un profesor me dijo: “las utopías son el sentido de la vida” y es, estafrase, la que debería motivarnos a seguir pensando que, si bien la realidad nos muestra una y otra vez que no es sencillo; que el contexto social, económico y cultural determina, a los sectores másrelegados, en sus trayectos de socialización y que además, dichos sectores de la sociedad, no sólo no encuentran en la institución educativa un lugar que les permita ser participes activos de laconstrucción de su propia historia de acuerdo a sus propios fines, sino que en la escuela se ven como victimas de un mecanismo de legitimación y reproducción de la desigualdad social, hay ejemplos aislados peroefectivos que nos permiten pensar en una oportunidad de cambio.

Para esto, es necesario que los actores de la situación educativa no se desentiendan de la realidad que los rodea, aunque sinlimitarse a ella.

Cada persona es un “individuo”. Esto permite entender que en una sociedad, en la que la mayoría de su historia estuvo controlada por el capitalismo y el liberalismo económico,cada persona sea entendida como “individuo”. Un individuo que de acuerdo a sus posibilidades podrá acceder o no al sistema. Sistema, que no sólo mantiene una jerarquía para sus integrantes, sino que...