Una Mirada Diferente
encontramos algunos destellos de estos maravillosos ojos de
Jesús.
Es, por ejemplo, el caso del joven rico. Le debemos a Marcos esta pincelada: «Entonces Jesús le miró con cariño». Captaron sus ojos
la fuerza de su amor. Parece imposible que aquel joven se le
escapara a Jesús. Lo más probable es que el joven habría cerrado antes sus ojos.
Otra vez su mirada está cargada de tristeza y de rabia:
«Entonces, mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la
dureza de sus corazones» (Mc 3, 5).
A Zaqueo lo mira consimpatía y encanto seductor: «Cuando
Jesús llegó a aquel lugar mirando hacia arriba, le vio y le dijo: "Baja
enseguida, Zaqueo, porque hoy quiero hospedarme en tu casa"» Se apresuró a bajar y lerecibió con alegría. Al verlo, todos murmuraban diciendo: Ha ido a hospedarse a casa de un hombre pecador. Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: Daré, Señor, la mitad de mis bienes a los pobres; y si enalgo defraudé a alguien, le devolveré el cuádruplo. Jesús le dijo: Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de Abraham, pues el Hijo del hombre ha venido a buscary salvar lo que estaba perdido.” En el caso de la viuda generosa, su mirada está llena de
penetración y admiración: «Levantando los ojos, miraba a los ricos
que echaban sus ofrendas... Vio también a una viudamuy pobre
que echaba dos blancas...» (Lc 21, 1-2).
¿Y cómo miraría Jesús, con qué compasiva ternura, a la prostituta
arrepentida: «¿Ves a esta mujer» (Lc 7, 44); a la mujer adúltera: «Enderezándose Jesús y no viendo a nadie sino a la mujer» (Jn
8,10); al paralítico de Cafarnaúm y a sus ayudantes: «Al ver Jesús
la fe de ellos» (Mc 2, S); a la humilde hemorroísa: «Pero Jesús,
volviéndosey mirándola, dijo: "Ten ánimo, hija"» (Mt 9, 22); a la
pobre mujer encorvada: «Cuando Jesús la vio, la llamó y dijo:
"Mujer, quedas libre de tu enfermedad" (Lc 13, 12); a las
muchedumbres...
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