Una Nota Inconclusa

Por: Fernando Madariaga C.
En abril de 1906, en la calle Azuza, los Ángeles, a predicadora Nelly Terry, miembro de una comunidad negra de santificación, invitó al predicador afroamericano William J.Seymour a su congregación. Seymour predicó acerca del bautismo en el Espíritu Santo el 9 de Abril de 1906 en una reunión de oración en la calle Bonnie Brae, recibiendo este bautismo los presentes.Luego de pocos días se trasladaron a un viejo local que alquilaron a la Iglesia Episcopal Metodista. La congregación que allí se formó era integrada en su mayor parte por afroamericanos e hispanos.Fueron los inicios del movimiento Pentecostal.
La verdad que en muchas partes del mundo hubo movimientos similares, como el del antiguo pastor bautista Levi Petrus, considerado el padre delPentecostalismo en Suecia. El hablar en lenguas, pasa a ser un sello de calidad de estos avivamientos, sin embargo, estoy seguro que la intención de estos hombres iba mucho más allá que en solo hablar en lenguas.Es destacable que, de esos movimientos surgieron oleadas de misioneros que llegaron a los lugares más remotos del mundo, transformando ciudades enteras y generando conversión de miles de personas.El paso de los años y la cultura dominante ha establecido ciertas condiciones icónicas del mover de Dios. Además, el capitalismo y el cientificismo exigen resultados palpables de lo que Dios hace, deesta manera incluso la forma de evangelizar se estandariza. Las personas que aceptan a Jesús, no necesariamente caen bajo convicción de pecados, sino que siguen una serie de pasos mecánicos deoraciones prefabricadas, las cuales deben repetir públicamente, luego deben ser registrados y después (en los mejores casos) discipulados. Han quedado muy atrás los tiempos de Spurgon o Edwards, donde lagente gritaba de dolor confesando sus pecados en medio de las predicas de estos puritanos. Penosamente, el hablar en lenguas ha caído en esta rutina de prescripciones de la fe, como una mera experiencia...