Uso racional del agua y cultura nutricional
Ya está más que comprobado que el agua dulce - elemento indispensable para la vida - está bien lejos de ser un recurso natural renovable como solíanhacernos creer. Tantas veces escuchamos nombrar al célebre “ciclo del agua”, que su simple mención nos parecía una certera garantía de que jamás llegaríamos a hablar de escasez de agua o incluso dedesaparición del líquido vital. Confiábamos en que la “madre” naturaleza nunca escamotearía nuestra ración acuífera y buscaría con maternal abnegación los medios para restablecer una y otra vez eldelicado equilibrio que nosotros “traviesamente” nos empeñábamos en alterar con nuestros usos y abusos del recurso natural.
Pero esa pretenciosa seguridad estaba cimentada sobre un espejismo, unacreencia, un mito. Ni la naturaleza es una “madre” que se desvive por la supervivencia de sus criaturas, ni nuestras incesantes transgresiones al ambiente pueden pasar por simples “travesuras”sin consecuencias que lamentar. Para este momento se han activado múltiples alarmas que nos indican que ya no se puede esperar más, que el tiempo se está agotando y que de continuar impasibles antelas “señales” que nos ofrece la naturaleza - y entre ellas la de un posible agotamiento del agua dulce- nos ganaremos un pasaje sin retorno a ese listado que siempre observamos con hipócritacompasión: la lista de las especies en extinción. Ya era hora de que la naturaleza nos encarara. Tiempo era de que reconociéramos el grave, progresivo y sistemático daño que con estúpida indiferenciageneramos donde quiera que vamos.
La especie humana ha alterado de mil y una formas – una más perversa que la otra- el equilibrio del que depende el delicado ciclo del agua y como consecuencia deesto, el equilibrio biológico de todo el planeta. Sin embargo quisiéramos direccionar nuestras reflexiones hacia un aspecto que ignoramos o fingimos ignorar a fin de no alterar nuestro confortable...
Regístrate para leer el documento completo.